Una movilidad única en la que los aviones y los drones conviven en los cielos al servicio de los pasajeros. Este es el reto que se ha planteado este año El Congreso de Navegación Aérea (ATM, por sus siglas en inglés), el mayor evento mundial sobre gestión del tráfico aéreo que se ha llevado al cabo esta semana en IFEMA, la Feria de Madrid. En este marco, Umiles, el principal proveedor de sistemas aéreos no tripulados de España, ha presentado un prototipo del primer aerotaxi 100% español, Umiles New Concept. El vehículo, diseñado por Tecnalia, el mayor centro de investigación y desarrollo tecnológico en España, y al que Umiles ha comprado la patente, tiene la capacidad para llevar a una persona durante 15 minutos en un entorno de 15 kilómetros. Su presentación marca un hito en el desarrollo de la movilidad urbana, vaticinando una integración entre los drones y los medios de transportes ya existentes.
Formado por una cabina aerodinámica propulsada por cuatro drones que permiten su desplazamiento, el arquetipo se presenta como un “dron de drones” y se puede levantar hasta los 800 metros de altura, siempre teniendo en cuenta los estándares de seguridad. Así, se propone optimizar el transporte dentro de los núcleos urbanos para mejorar el creciente problema de la movilidad. Al disponer de tecnologías de posicionamiento y navegación automatizada, estos aerotaxis pueden realizar aterrizajes y despegues precisos incluso en espacios reducidos.
Según el consejero delegado de Umiles, Carlos Poveda, la gran peculiaridad de la aeronave es la potencia de su instrumentación, que le permite soportar condiciones ambientales adversas. “Los cuatro drones actúan de forma independiente, por lo que, a la hora de operar en un entorno con viento, la maniobra va a ser muchísimo más segura, porque corrige constantemente cada una de las ráfagas que pudiera tener o cualquier otra inclemencia que pudiera encontrar”, apunta Poveda en una conversación con este periódico.
Las principales ventajas del vehículo son la maniobrabilidad y la sostenibilidad. Las aeronaves son muy prácticas para recoger a personas o llevar productos en situaciones de necesidad. Asimismo, al disponer de motores eléctricos, la huella de carbono es cero. Junto a esas prerrogativas, el primer aerotaxi financiado con capital 100% español tiene muchos retos tecnológicos. El director de Tecnalia Electric Aircraft, Joseba Lasa, destaca que los programadores pusieron el foco en el diseño mecánico del vehículo: “Nos interesaba que fuera lo más accesible y confortable posible para el usuario. El próximo objetivo es potenciar este aerotaxi para que tenga mayor alcance y pueda conectar también espacios interurbanos, además de poner el foco en mecanismos bioinspirados, empleando materiales biodegradables y que se puedan siempre reciclar”.
Umiles, fundada en 2016, tiene dos divisiones. La primera, UAV (vehículos aéreos no tripulados), suma seis líneas de negocio que realizan operaciones con los drones en cualquier sector, como ingeniería, industria audiovisual y entretenimiento. Saturno, el dron más avanzado hasta el momento para servicios de seguridad y emergencias y de fabricación totalmente española, fue desarrollado en este marco. La otra división, Next Mobility, tiene los ojos puestos en los avances de la movilidad del futuro, concretamente en los aerotaxis y en el reparto de productos con drones.
Hacia una movilidad urbana única y segura
En el ATM, el estand de Umiles se situaba en el Pabellón Expodrónica, donde ha tenido lugar un abanico de demostraciones centradas en el futuro del vuelo y en la aplicación de los drones en la industria, en la agricultura y en otros sectores. La presidenta de Expodrónica, Isabel Bautas, ha hecho hincapié en que esta cita tan importante para la industria aeroespacial es la demostración de que los drones vienen para colaborar con los demás usuarios y para contribuir en la implementación de una nueva forma de movilidad, que prima la seguridad de todos. “La idea es la unión de la aviación tripulada y no tripulada para construir esos puentes de entendimiento y colaboración, y solucionar retos que se plantearán cuando la normativa europea permita que los drones entren en el espacio aéreo”, señala Bautas.
Poveda también confía en que la integración de los drones en el sistema de transporte no es una utopía. “La tecnología siempre ha ido un poco más adelante que la legislación. Sin embargo, esperamos que estas aeronaves empiecen a volar en 2030″, comenta.
El desarrollo de esos vehículos no representa una amenaza para las aerolíneas, sino que es algo complementario. “No sustituiremos con los drones los aviones que cubren viajes a larga distancia. Quizá, los helicópteros pueden tener un poco más de recelo, aunque las capacidades son diferentes. En cuanto a sostenibilidad, ganan los drones. Pero en términos de capacidad, el helicóptero cuenta con una autonomía de dos o tres horas de vuelo, mientras que nosotros ahora ofrecemos un viaje de 15 minutos”, agrega el director de operaciones de Umiles, que es también piloto.
Más allá del desarrollo de Integrity, Umiles tiene la vista puesta en ampliar su expansión geográfica. El hecho de operar en más de una quincena de países le ha garantizado un conocimiento profundo de las legislaciones y de la logística de los mercados extranjeros en el sector. En paralelo, la empresa asegura que desde el año 2016 ha ido duplicando su facturación, que en 2019 rondaba los tres millones de euros y que, tras el parón de la pandemia, se prevé que alcance entre cinco y ocho millones de euros en 2022.
Umiles New Concept by Tecnalia, que comenzará a volar en marzo del próximo año en el marco de tres proyectos europeos, es el aperitivo de Integrity, el próximo aerotaxi que la compañía espera presentar el próximo año. Según adelanta Poveda, la aeronave tendrá una capacidad de seis personas y de 700 kilos de carga, y previsiblemente será impulsada solo por hidrógeno. Una ambición que confirma el compromiso de Umiles con la economía circular. “Eso nos permitirá cubrir distancias más grandes, volando de un núcleo urbano a otro. Cuando se habla de las aplicaciones de los drones, la imaginación es el único límite”, concluye Poveda.
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