La pérdida de un ser querido puede ser bastante triste y traumática para quienes asisten al funeral de la persona fallecida. Sin embargo una nueva experiencia para tanatorios que ya se ha puesto a prueba en Galicia, podría cambiar esas sensaciones. Conozcamos ahora cómo es el sorprendente tanatorio con realidad inmersiva.
Así es el sorprendente tanatorio con realidad inmersiva
La muerte de alguien cercano, ya sea un familiar o un amigo, es siempre algo triste que nos puede llegar a sumergir incluso en una pequeña depresión. Es importante pasar el duelo, y sobre todo vivir esas primeras horas en el tanatorio y después el funeral que por otro lado, pueden llegar a ser algo realmente duro.
Sin embargo hay quien se ha propuesto aliviar el dolor de familias y allegados a las personas que fallecen y por ello echan mano de algo que está más que presente en nuestras vidas hoy en día: la tecnología.
De este modo, ya podemos vivir los funerales, y en concreto el momento del tanatorio con una realidad inmersiva. Una experiencia que ha puesto en marcha un tanatorio en A Coruña (Galicia) y que ha revolucionado el sector de las funerarias ya que parece estar funcionando bien, y todo apunta a que lo veremos en otras muchas ciudades de nuestro país.
Nos estamos refiriendo al hecho de poder hacer que la sala del tanatorio en el que se vela a la persona fallecida, se convierta en una experiencia inmersiva de manera que gracias a la tecnología, la pérdida de ese ser querido se alivie un poco y podamos estar tranquilos en el lugar en el que nos despedimos de la persona que ha fallecido.
La realidad inmersiva que se ha desarrollado consiste en una serie de pantallas instaladas en las paredes de la sala del tanatorio, de modo que estas pueden emitir imágenes que sean relajantes y que permitan crear un ambiente tranquilo. Pueden ser por ejemplo imágenes del fondo del mar, de un bosque o incluso del espacio exterior. Todo ello amenizado además con música relajante.
Los beneficios de este tipo de experiencia
Para muchas personas perder a alguien cercano supone todo un shock emocional. Algo que puede aumentar en el momento en el que se asiste al tanatorio y se ve a la persona fallecida o también cuando vamos al funeral y sabemos que la persona en el ataúd es nuestro ser querido.
Una situación que en muchos casos puede hacer que la persona lo pase realmente mal y que incluso esté días sin asumir lo vivido. Por ello, el hecho de crear un ambiente relajado, con música tranquila e imágenes que nos introduzcan en una atmósfera apacible puede hacer que ese shock emocional que sentimos ese momento no sea tan fuerte y que psicológicamente nos sirva para sanar mejor la herida por la pérdida.
Por ello, esta experiencia que encontramos en el tanatorio de A Coruña puede que sea algo curioso ahora que se ha dado a conocer la noticia, pero quien sabe si en un futuro no muy lejano pueda ser una práctica habitual en el resto de tanatorios de España.
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