Rocío Flores tomó una decisión tajante hace tiempo, dedicarse plenamente a sí misma y los seres queridos que le rodean. Y eso pasaba inexorablemente por dar un paso al lado en su exposición mediática. Estaba agotada de responder a los numerosos conflictos abiertos en su familia, de ser preguntada día sí y día también por los seísmos que suelen originarse en el seno de los Flores-Carrasco. Y así llegó a su primer verano prácticamente alejada de los platós de televisión. Un verano diferente en tiempo y forma, que está exprimiendo al máximo.
El pasado 27 de abril supuso un punto de inflexión en su vida. Aquel día respondió en plató a la famosa entrevista de Olga Moreno en una revista desde su asiento en El programa de Ana Rosa. Sin olvidar que su relación de amistad con Marta Riesco pasaba por un momento de transición no definido. Fue el último alegato de Rocío frente a una cámara. Se apagaron para ella pues no volvió a hablar de su vida privada.
Pronto tuvo claro cuáles iban a ser a partir de entonces sus nuevas obligaciones: «Estudiar, clase de inglés para reforzar, dejar grabadas varias cosas, organizar mi casa y recoger paquetes», comentaba en unas stories de Instagram poco después. Pero no fue su única tarea pendiente. Rocío Flores había decidido emprender un camino profesional paralelo y durante estos meses la hemos visto rodeada de libros de temario relacionados con el marketing. «Atención al cliente, consumidor y usuario: Comunicación escrita», se leía en otra imagen. Asimismo, es habitual que cite en sus publicaciones de Instagram a la agencia Globalty Europa, de la que es socia. De hecho acostumbra a hacer planes con algunos de sus trabajadores que muestra en sus redes.
Queriendo o no, Rocío Flores ha querido desvelar la nueva filosofía de vida que marca su renovado camino y su día a día. Lo ha hecho a través de su última imagen en Instagram: «Nos pasamos la vida buscando: La felicidad completa. El trabajo perfecto. La casa de los sueños. La persona correcta
Disfrutemos más el presente, lo demás llega y se construye 💕». Toda una oda a vivir sin pensar en el futuro. Carpe diem.
En cuanto a los planes de verano que está llevando a cabo, la hija de Rocío Carrasco ha preferido quedarse en España. La mayor parte del tiempo lo ha pasado en ‘su’ Málaga. Allí fue donde protagonizó una de las imágenes más comentadas al disfrutar del concierto de C. Tangana en el Starlite de Marbella, en compañía de Antonio David Flores y de Marta Riesco. Sentadas a ambos lados del ex Guardia Civil, no se dirigieron la palabra durante todo el show por lo que la duda sobre si aquello fue una reconciliación o lo contrario, sigue en pie.
Después de unos días sin publicar demasiado contenido, uno de sus últimos destinos ha sido Almería. Rocío Flores presumió de figura mientras tomaba el sol en la playa de Mojácar, ya completamente recuperada de la lipoescultura que se hizo la pasada primavera. Ahora ha regresado a la capital de la Costa del Sol, buscando de nuevo reencontrarse con su nueva versión, tan alejada de la mediática.