Pocas veces el paddock del Mundial estuvo tan pendiente del trayecto de un Boeing 747. El del vuelo BSC4042, con destino Tucumán, al norte de Argentina, portaba cajas y cajas pesadísimas con alguna que otra moto, como la del novato de MotoGP Raúl Fernández, recambios del equipo Ducati, monos de pilotos como Alex Rins y boxes enteros que se quedaron por montar en un primer día de pruebas, este viernes, que tuvo que cancelar toda la actividad en la pista programada en el GP de Argentina.
El retraso en la llegada de ese vuelo por varias averías y diversos problemas logísticos afectó también al programa de este sábado. Finalmente, esa única jornada de libres acogerá uno de los dos entrenamientos que debería haberse celebrado el viernes (valederos para pasar directamente a la Q2 en la pelea por la pole position); con lo que cada categoría tendrá dos sesiones: FP1 y FP2 antes de la de clasificación.
Además, tuvo que eliminarse del horario definitivo la última prueba libre de MotoGP, la llamada FP4, que sirve a los pilotos para trabajar en la puesta a punto de la moto y estudiar el comportamiento de los neumáticos antes de la carrera. Así, la categoría reina contará este fin de semana con dos entrenamientos libres menos de los habituales.
Los cambios se estimaron imprescindibles, pues a primera hora de la tarde de este viernes en Argentina había todavía algunos talleres vacíos. Los problemas técnicos que afectaron al vuelo en cuestión y los efectos de la guerra en Ucrania han descuajeringado todo el plan para el gran premio, donde no se corría desde 2019 por los efectos de la pandemia de covid.
Ese Boeing 747 al que se esperaba este viernes por la noche como agua de mayo en el circuito de Termas de Río Hondo llegó con algún que otro problema a Buenos Aires el miércoles, pero tuvo que volver a Lombok, en Indonesia, donde se había celebrado la última carrera del campeonato. Allí quedaba todavía parte del material de las carreras por recoger. Pero el avión se vio obligado a hacer una parada técnica en Mombasa (Kenia) por otra avería. Y allí quedó varado durante más de un día.
Sanciones a Rusia
Hubo que esperar a reparar el desperfecto porque los organizadores del Mundial no encontraron relevo. “Hay unos 140 vuelos disponibles en el mundo para mercancías, pero necesitamos unos especiales y no es fácil realizar un cambio de un avión a otro”, explicaba Carmelo Ezpeleta, director ejecutivo de Dorna, el jueves. El problema añadido fue que de esos 140 vuelos, el 20% no se pueden usar. La invasión rusa de Ucrania ha provocado severas sanciones a las compañías rusas, propietarias de ese 20% de los aviones de cargo disponibles.
Así es cómo la guerra ha acabado afectando a un gran premio de motociclismo en la otra punta del planeta.
La jornada del viernes, mientras el vuelo BSC4042 despegaba de Mombasa, hacía parada técnica en Lagos y cruzaba el Atlántico para aterrizar en Salvador (Brasil) a las tres de la tarde hora local –se estimaba su llegada a Tucumán (Argentina) a las nueve de la noche–, fue extraña para los deportistas. Algunos, sin embargo, aprovecharon mejor el tiempo que otros. Aleix Espargaró, por ejemplo, se pasó el día libre montado en bici, una de sus grandes pasiones. Raúl Fernández, uno de los que no tenía ni moto, asumía que no podía perder el día. Había que estudiar. Debutante en MotoGP, es el piloto con menos experiencia en la pista del norte de Argentina, así que se dedicó a revisar los datos de años anteriores y hablar con su equipo. Pilotos de las categorías pequeñas como Jaume Masià, Augusto Fernández o Pedro Acosta fueron al circuito a pasar el rato. Literalmente. Sus boxes apenas tenían puesta la moqueta y poco más. Otros, como Jorge Martín, piloto de Ducati, encontraron desahogo en la piscina del hotel.
El paddock, eso sí, abrió a mediodía. No había entrenos, pero los fans pudieron acercarse a conocer a sus ídolos, que se dejaron ver por el pit lane antes de comer.
La actividad se debe retomar este sábado a las 8.15 de la mañana, según la última actualización de MotoGP. Los equipos y personal de la organización tuvieron que trabajar de madrugada (algunos más horas que otros) para poner orden en sus talleres, montar las motos y dejarlo todo listo para que los pilotos puedan salir a pista en condiciones normales. Las carreras, el domingo, mantienen el horario previsto: Moto3, a las 12.00 (las 17.00 en España); Moto2, a las 13.20 (18.20) y MotoGP, a las 15.00 (las 20.00, DAZN).
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