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así ha sido su transformación (retoques incluidos)

Con 26 y 27 años respectivamente, Rocío FloresGloria Camila Ortega forman un tándem muy sólido. Tía y sobrina tienen mucho en común. Lo más evidente es haber crecido juntas, al calor de la malograda Rocío Jurado y en un ambiente familiar enrarecido, siempre con el foco de la polémica apuntándolas y con su nombre escrito en los titulares de diversos medios de comunicación. Una circunstancia que no es idílica para cualquier joven que busca desarrollarse, pero ellas se han curtido en mil y una batalla mediáticas casi a la fuerza.

Gloria Camila Ortega y Rocío Flores Carrasco, con Rocío Jurado / Gtres

Nada queda ya de esas dos niñas de rostro cándido que comían palomitas a la salida del cine junto a la más grande. Poco a poco han ido creciendo y experimentando los cambios lógicos en su cuerpo. Sin embargo, no es ningún secreto que también han recurrido a la cirugía estética para estilizar sus facciones.

Gloria Camila Ortega / Gtres

Tanto Gloria Camila como Rocío Flores han protagonizado impactantes cambios. La colombiana cambió hace años por completo sus hábitos alimenticios, que ella misma había catalogado como «un desastre». A raíz de su concurso en Supervivientes perdió casi diez kilos de grasa. Sin embargo, la flacidez hizo acto de presencia y fue entonces cuando decidió ponerse en manos de especialistas. La hija de Ortega Cano trabajó muy duro en el gimnasio, renovó su plan nutricional y empezó a ver resultados en forma de unos músculos más tonificados y, en definitiva, una mejor silueta.

¿Y qué hay de la cirugía? Ella siempre ha sido reacia a asumir que ha recurrido a bótox o demás ayudas para corregir imperfecciones. Lo que sí ha sido reconocido por Gloria ha sido su paso por el quirófano para aumentarse el pecho.  Sin embargo, finalmente acabó cayendo rendida a sus encantos y microinyecciones de ácido hialurónico en los labios para eliminar arrugas finas y aumentar el atractivo de su boca de manera natural. A esto hay que sumarle un nuevo estilo a la hora de vestir que le favorece mucho.

Gloria Camila Ortega y Rocío Flores Carrasco / Gtres

Turno ahora para su sobrina. Rocío Flores también ha hecho gala de una asombrosa transformación física. A diferencia de su tía, Rocío nunca ha escondido (incluso ha publicitado en redes) su paso por clínicas de medicina estética. Se ha sometido a lipoesculturas, también se realizó una bichectomía para quitar grasa de las mejillas, además de ponerse ácido hialurónico en los labios y realizarse tratamientos corporales con maderoterapia para reducir la grasas corporal. También se eliminó un bulto de la nariz recurriendo a la rinomodelación. A eso se le suma la mastopexia, una  operación quirúrgica para elevar y mejorar la forma de las mamas caídas. También puede reducir el tamaño de la areola cuando es demasiado grande y centrar los pezones.

Igual que le sucedió a Gloria Camila, Rocío perdió muchos kilos de peso -15- con su paso por Supervivientes. Al margen de los retoques y de su dieta, realizó otra serie de modificaciones estéticas para lograr su estado actual: se tiño el pelo, se puso extensiones de pestañas, se realizó el microblanding y se puso uñas de gel.

«Intento comer pequeñas cantidades y lo más sano posible. Estoy bien, estoy feliz y estoy super contenta porque cuando me vi por primera vez en un espejo vi un cambio evidente, pero conforme van pasando los meses lo veo más claro», confiesa, muy contenta por los resultados y teniendo en cuenta que, pese a todo lo sufrido después de haberse operado, volvería a repetirlo solo para experimentar la felicidad actual: «Ahora después de nueve meses me lo volvería a hacer. Me ha compensado, me ha cambiado la vida, me ha hecho ganar autoestima y habéis hecho un muy buen trabajo», declaró.




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