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Así llegó a la Premier el peor jugador de fútbol de la historia

El fútbol mueve montañas. Y también millones. Por eso cuando recordamos algunos jugadores que han pasado por nuestra liga, siempre quedará la pregunta de ¿cómo llegaron a primera división? Futbolistas como Renaldo en el Deportivo de la Coruña, Ciric en el Barcelona o Faubert en el Real Madrid, nos demuestran que en el mundo del fútbol si tienes contactos y un buen representante, puedes llegar francamente lejos. Es lo que ocurrió con Ali Día, que llegó a jugar en la premier gracias a sus contactos.

Todo comenzó cuando un día un tal George Weah, uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, llamó al presidente del Southampton para ofrecer a un joven jugador que, supuestamente, había coincidido con él en el PSG, además de ser su primo al que conocía muy bien.

El presidente del club inglés andaba por aquél entonces algo desesperado ya que varios de sus futbolistas se habían lesionado y las cosas para el club no iban bien. Además, si te llama el mismísimo George Weah para ofrecerte una de las «joyas» del fútbol africano, no puedes decir que no.

La urgencia del club inglés hizo el resto. Ali Día era un jugador nacido en Dakar, que tenía 31 años, sin duda una joven promesa. Fue contratado y pasó a formar parte del grupo de reservas del equipo, y comenzó a entrenar con el club inglés. La  mayor estafa de la historia del fútbol se acababa de consumar.

Primeras pruebas de sus capacidades

Uno de los emblemas del club británico, Matt Le Tisier, aclaró para un documental de Sport Asylum lo que sintió la primera vez que vio a Ali Día en los campos de entrenamiento: «Recuerdo que no lo presentaron como un jugador de prueba y lo vi jugar en un partido de cinco contra cinco durante sus entrenamientos. Pero quedé algo sorprendido porque al ver sus condiciones no me pareció muy bueno y tenía la certeza de que no conseguiría un lugar en el equipo titular».

Las primeras pistas de lo que vio Le Tissier eran solo una muestra de lo que vendría después.

Día fue convocado para un torneo de reservas que le enfrentaría al Arsenal, pero una gran tormenta privó a los espectadores y al cuerpo técnico el ver por primera vez en acción al primo de George Weah.

La competición avanzaba a un ritmo normal, y el entrenador de Southampton, asediado por las lesiones que invadieron al equipo por aquella época, miró a los reservas y decidió convocar a Ali Día para el próximo partido que les mediría al Leeds. Muchos de sus compañeros en este equipo reserva, no podían creer que Día fuera convocado después de ver sus condiciones en el campo de entrenamiento.

El gran partido

Llegó la fecha señalada. Era 23 de noviembre de 1996. El Southampton comenzó el partido de la peor manera posible: Matt Le Tissier, una de las estrellas del equipo, se lesionó nada más comenzar el partido. 

Era el momento de Ali Día. El entrenador, de entre todas las opciones que tenía en el banquillo, decidió dar la alternativa al africano. Con el número 33 a la espalda, el propio Le Tissier describió el esperpento de la siguiente manera: «Tras salir lesionado y verlo en la cancha, me recordaba a Bambi corriendo sobre el hielo, dada un poco de vergüenza. Fue como una patada en los testículos. Su actuación fue casi cómica, no sé si por lo menos hablaba inglés».

El jugador parecía que no había visto un balón en su vida: poca coordinación, carecía del control de balón, patinaba, y hasta tuvo ocasión de meter gol. Evidentemente, falló.

Estuvo en el campo 53 minutos y jamás se supo más de este africano que se lesionó y no volvió a los terrenos de juego.

El Southampton llamó a Weah, al verdadero Weah. Y es que, el supuesto George Weah que vendió a Ali Día al club inglés, no era el verdadero Weah, y el futbolista liberiano negó que conociera de nada a Día.

 

 


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