Un video donde se ve a varios tiburones alimentándose en un gran banco de peces se ha hecho viral en redes sociales donde acumula miles de visualizaciones. La grabación muestra como los escualos se abren paso dejando pasillos vacíos mientras se comen a cientos de estos animales acuáticos. Ocurrió en la costa atlántica cerca de Southampton, Nueva York, un lugar donde abundan los tiburones blancos.
Los tiburones suelen estar presentes en el imaginario popular como una especie depredadora peligrosa para todos los seres vivos, incluidas las personas. Sin embargo estos animales tienen una función esencial en los ecosistemas marinos.
En este sentido, la comunidad científica siempre ha estado de acuerdo en afirmar que una disminución drástica de estos animales podría producir efectos devastadores. Los tiburones, de hecho, están en la parte superior de la cadena alimentaria y se alimentan de una amplia gama de especies diferentes, mantienen el equilibrio de las especies marinas y los ecosistemas mismos.
En la práctica, la acción de los tiburones consiste en la depredación y el control de las especies de las que se alimentan. Estos últimas, en ausencia de depredadores, podrían crecer en número y marcar la aniquilación de otras criaturas marinas. Pero no se detiene ahí. Gracias a una serie de estudios se ha comprobado que la acción de los tiburones no se limita solo a la actividad depredadora, en el control de la cadena trófica animal, sino que también actúan como «reguladores ambientales», incluso ayudando a frenar los efectos devastadores del cambio climático.
Al analizar lo que se llama Shark Bay, uno de los biomas acuáticos por excelencia ubicado en la región de Australia Occidental, los científicos han comprendido la importancia adicional de estos magníficos animales.
En esta bahía existe un ecosistema formado por depredadores, presas y un denso arbusto de algas, llamadas fanerógamas, útiles para mitigar las corrientes marinas, depurar las aguas y brindar protección y nutrición a muchas especies. Además, estas algas atrapan el dióxido de carbono y estabilizan los sedimentos del fondo marino que lo almacenan, evitando que los gases de efecto invernadero se dispersen hacia los océanos y la atmósfera.
Según un descubrimiento que se remonta a 2012, realizado por Michael. R. Heithaus, Explorador de National Geographic, los tiburones tigre son fundamentales en este ecosistema para el control de especies autóctonas como los dugongos y tortugas que son herbívoros. Los depredadores, de hecho, los ahuyentan hacia las mencionadas algas. De este modo se ha hallado que en lugares donde los tiburones han disminuido y las tortugas han comenzado a comer en exceso estas algas, se ha provocado una intensa liberación de dióxido de carbono.
Los tiburones son depredadores fundamentales para el bienestar del medio acuático y de todo el ecosistema terrestre y sin ellos podrían ocurrir una serie de trastornos no solo relacionados con la proliferación de especies invasoras o potencialmente invasoras sino también una seria respuesta desde un punto de vista ambiental de vista, lo que se traduciría en el agravamiento de los efectos del cambio climático y el colapso de ecosistemas que van más allá del marino.
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