Islandia se ha convertido en noticia las últimas semanas debido a la erupción de varios de sus volcanes más famosos. Durante este tiempo han sido muchos los fotógrafos que han logrado sacar espectaculares imágenes del centro de los volcanes y ahora hemos podido conocer desde el cielo como se comporta el volcán Geldingadalir gracias a un dron que ha recogido este fantástico documento.
El artífice de estas imágenes tan impactantes del fenómeno natural es el fotógrafo Garöar Ólafs que sin dudarlo cogió su dron y se plantó cerca del volcán para conseguir unas imágenes realmente interesantes.
Según el propio autor, la suerte le vino prácticamente sin quererlo, y es que el artista islandés vive a tan sol 15 minutos del volcán así que no dudó en llevar su dron hasta el lugar y volarlo.
Imágenes a vista de pájaro
En su perfil oficial de Instagram, Ólafs muestra con maestría todos los secretos de este increíble volcán en plena erupción y son muchas las fotografías y vídeos que podemos encontrar dedicados al este fenómeno natural que ahora mismo sigue ocurriendo en Islandia.
El autor se pronunció a través de la revista especializada para fotógrafos, Peta Pixel, admitiendo que no se lo pensó demasiado cuando conoció que el volcán cercano a su casa estaba despertando.
«Estaba volando mi dron alrededor de la erupción y decidí que sería genial verlo desde arriba», explicó, «bajé lentamente el dron hasta que todo lo que pude ver fue lava en erupción, y cuando miré hacia arriba, ya no lo vi. Básicamente, estaba dentro del cráter del volcán».
Miedo a perder el dron
A pesar de todo, el autor tuvo miedo cuando su dron se adentró tanto en el volcán ya que el propio calor que traslada podría haber dañado su herramienta de trabajo.
Según el islandés, el dron todavía podía volar cuando lo hizo volver, pero los sensores de vuelo quedaron dañados por lo que tendrán que repararlos para próximas imágenes de naturaleza que suele realizar.
Pero sobre todo pudo salvar la grabación por completo y dejó unas imágenes realmente impactantes de cómo se comporta un volcán casi desde dentro, algo que en muy pocas ocasiones hemos podido ver tan de cerca y tan espectacularmente.
El autor considera que la experiencia, y a pesar de romper el dron, «ha merecido la pena».