Hace aproximadamente un año que comenzó la pandemia del coronavirus, y las mascarillas ya se han convertido en un artículo habitual en nuestra cesta de la compra. En un principio sólo estaban disponibles en farmacias y tiendas especializadas. Luego las principales cadenas de supermercados lanzaron las higiénicas, y ahora también podemos encontrar mascarillas FFP2 a muy buen precio, como las de Aldi.
Mascarillas FFP2 de Aldi: características
Las mascarillas higiénicas son las recomendadas para la población sana en general, aunque la aparición de nuevas cepas mucho más contagiosas y letales ha hecho que el Consejo General de Enfermería recomiende el uso de las mascarillas FFP2. Así que la cadena alemana, siempre dispuesta a ofrecernos artículos con descuento, ha lanzado este pack de 10 mascarillas por tan sólo 8,99 euros, a 0,90 euros la unidad.
Tienen cinco capas de protección y su eficacia de filtración bacteriana es igual o superior al 95%. Los expertos hacen especial hincapié en la importancia de que la mascarilla quede bien ajustada, sin el más mínimo hueco en los laterales y en la parte superior. Pues bien, las mascarillas FFP2 de Aldi tienen una tira nasal moldeable que hacen que se ajusten perfectamente a la nariz.
Es esencial prestar especial atención al tiempo recomendado de uso ya que una vez superado la mascarilla va perdiendo eficacia. En el caso de las FFP2, lo aconsejable es utilizarlas durante un máximo de ocho horas. Si se humedecen, deterioran por el uso o se ensucian, hay que sustituirlas por otra de inmediato.
Consejos para un uso correcto de la mascarilla
El uso obligatorio de la mascarilla en España ha hecho que ésta sea un elemento imprescindible en la vida de todos nosotros. Junto con el distanciamiento social y el lavado frecuente de manos, es una de las principales medidas para frenar la propagación del Covid-19.
Uno de los consejos más importantes para utilizar la mascarilla de forma adecuada es lavarse las manos antes y después tanto de ponérsela como de quitársela. A la hora de quitarla hay que sujetarla por las gomas, sin tocar la parte delantera.
Por supuesto, debe cubrir la boca, la barbilla y la nariz, y quedar bien ajustada a la cara. El más mínimo hueco puede hacer que los aerosoles con partículas contaminantes lleguen a las vías respiratorias.
Y, por último, puedes guardar la mascarilla en un sobre de papel o en una bolsa de tela, nunca en una bolsa de plástico. La razón es que dentro de un material plástico se genera una humedad que favorece la proliferación de patógenos.
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