Este domingo, 31 de octubre, se celebra Halloween, una fiesta que tiene especial tradición en México. La Noche de los Muertos es una de las jornadas más importantes de todo el año en el país Centroamericano, y este 2021 la Universidad Nacional Autónoma de México ha organizado una megraofrenda de forma virtual por la pandemia del Covid-19.
El origen del Día de los Muertos en México se remonta a hace varios miles de años, y con el paso de los años se ha convertido en una mezcla de misticismo mexicano y tradición católica. Se trata de una fecha para honrar y recordar a los difuntos. Tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre y en el año 2008 la celebración fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en México por la UNESCO.
Catrina
Sin lugar a dudas, el personaje más emblemático del Día de los Muertos en México es Catrina, que se creó en los primeros años del siglo XX de la mano del grabador José Guadalupe Posada. Caricaturizó con una calavera a los vendedores pobres de garbanzos que, para ocultar sus orígenes indígenas, vestían de manera ostentosa.
Altares
Una de las principales costumbres para recordar y honrar a los seres queridos que han fallecido es la de montar un altar de muertos con fotografías y objetos personales. También se pone comida, y generalmente el altar tiene dos niveles que representan la tierra y el cielo. Hay quienes le ponen siete niveles para representar los siete pecados capitales. Aunque no existe un día concreto para montar el altar en los hogares, la tradición indica que debe hacerse el 29 de octubre.
Flores de cempasúchil
Los flores más típicas para colocar en el altar y en los caminos con motivo de la Noche de los Muertos son las de cempasúchil. Es una flor originaria de Centroamérica que se cree que atrae a los difuntos por su olor.
Pan de Muerto
Y, por último, un dulce típico de México que se coloca en el altar de los muertos. Aunque existen diferentes variedades, la tradicional es de forma redonda y pequeña que representa el cuerpo humano. Se decora con piezas alargadas de masa, los «huesitos». En los últimos años se ha puesto de moda preparar el pan de muerto con formas animales y humanas.
El día 1 de noviembre también se adornan las tumbas con flores y se hacen altares sobre las lápidas. Para los indígenas esto tenía un gran significado porque creían que ayudaba a las almas a transitar por un buen camino después de la muerte.
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