El Día de Muertos es una de las jornadas más importante de todo el año en México y los actos y tradiciones que acompañan este día son un recuerdo a la memoria de los que ya no están. El origen del Día de los Muertos en México se remonta a hace varios miles de años, y ha conseguido trascender al tiempo y pasar de generación en generación en el país.
Es una fecha dedicada a honrar y recordar a los difuntos. Tiene lugar los días 1 y 2 de noviembre y en el año 2008 la celebración fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en México por la UNESCO.
A continuación, te contamos algunas de las tradiciones y emblemas que se encuentran en este día en el país. La celebración tiene una gran transcendencia popular, por lo que tiene varios significados y cada familia adapta los actos a su estilo, siempre manteniendo las bases de los mismos.
Catrina
Sin lugar a dudas, el personaje más emblemático del Día de los Muertos en México es Catrina, que se creó en los primeros años del siglo XX de la mano del ilustrador, grabador y caricaturista José Guadalupe Posada. Tiene sus orígenes en los vendedores pobres de garbanzos que, para ocultar sus orígenes indígenas, vestían de manera ostentosa. A día de hoy, se ha convertido en todo un emblema mundial del país y esta tradicional celebración.
Altares y ofrendas
Cada año miles de familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, comida tradicional y algún plato que gustara a los muertos que se recuerdan. Se acompaña la ofrenda con las fotografías de los seres queridos que se recuerdan durante esta emblemática fecha.
La tradición también dice que para facilitar el retorno de las almas a sus hogares se debe esparcir pétalos de flores de cempasúchil en forma de camino, así como velas que tracen el recorrido para que las almas no se pierdan y puedan llegar a su destino.
Flores de cempasúchil
Las flores más típicas para colocar en el altar y en los caminos con motivo del Día de los Muertos son las de cempasúchil. Es una flor originaria de Centroamérica que se cree que atrae a los difuntos por su olor, tiene un intenso color naranja y con ella se decora la ofrenda y también las tumbas de los difuntos que se quiere recordar, ayudando a las almas a transitar por un buen camino después de la muerte.
Pan de Muerto
Y, por último, un dulce típico de México que se coloca en el altar de los muertos. Aunque existen diferentes variedades, la forma más tradicional del Pan de Muerto rinde homenaje a los difuntos. Tiene una forma redonda para recordar el ciclo de la vida, un pequeño círculo en la parte superior para presentar un cráneo y piezas en forma de huesos.
Es un dulce lleno de tradición, historia y sentimiento, por ello, muchos lo preparan con esta tradicional forma, pero actualmente también se pueden encontrar variaciones. Además, cada región le aporta un toque único con sus ingredientes, hay el tradicional cubierto con azúcar, pero también los que solo están barnizados con huevo y mantequilla.
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