Si vives en Madrid capital y te apetece hacer una escapada de fin de semana, ¿por qué no te animas a descubrir la ruta de los pueblos rojos? Se encuentra en la sierra de Ayllón, en la provincia de Segovia, y es una propuesta fabulosa para disfrutar del turismo rural. La arquitectura tradicional se funde con el paisaje, ofreciendo un espectáculo para todos los sentidos. Estos son los pueblos que forman la conocida ruta de los pueblos rojos de Segovia.
Alquité
Alquité es un pintoresco municipio que parece haberse quedado detenido en el tiempo siglos atrás. Su principal templo religioso es la Iglesia de San Pedro, un templo románico que alberga dos retablos barrocos policromados. En los alrededores hay varias rutas de senderismo que merecen mucho la pena para conocer el entorno natural.
Martín Muñoz de Ayllón
Un pequeño pueblo ubicado en la falda de la Sierra de Ayllón. Pasear por sus calles es un espectáculo, ya que en ellas se mezclan todo tipo de colores: el negro de la pizarra de los tejados, el rojo de la tierra… En las inmediaciones se encuentra el Collado de las Cabras, cuya cima alcanza los 1.826 metros de altura, y que ofrece unas vistas impresionantes.
Villacorta
Villacorta es uno de los pueblos rojos más bonitos. Destaca por el color de sus casas, todas de color rojo vivo, las cuales están construidas siguiendo una tradición centenaria. Siempre se ha tratado de una localidad agrícola y ganadera, y los monumentos más importantes son la Iglesia de Santa Catalina y la Ermita de San Roque.
Madriguera
Un pueblo de arquitectura roja que no te dejará indiferente. Las casas son de tonos rojizos por la arcilla y el material ferruginoso que se utiliza para su construcción. La Iglesia de San Pedro fue construida en el siglo XVIII, y su suelo estaba formado única y exclusivamente por enterramientos.
Santibañez de Ayllón
Santibañez de Ayllón tiene una población de tan solo 11 habitantes, así que es un lugar fantástico para disfrutar de la paz y la tranquilidad. En la parte alta del pueblo está la Iglesia de San Juan Bautista, de estilo barroco y cuyo origen se remonta al siglo XVIII.
Grado del Pico
Y, por último, Grado del Pico. El Manadero del río Aguisejo es un momento natural cuya visita merece 100% la pena. En el entorno hay grandes barrancos calizos, y al fondo del valle aparece una fuente, como una charca en el suelo, de donde brota una gran cantidad de agua.
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