La startup japonesa Astroscale ha enviado su nave espacial ELSA-d al cosmódromo de Baikonur en Kazajstán, donde se integrará con un cohete Soyuz para un lanzamiento programado para marzo del próximo año. Esta es una misión crucial para Astroscale, ya que será la primera demostración en el espacio de la tecnología de la compañía para desorbitar los desechos espaciales, una piedra angular de su propuesta de negocio de servicios de sostenibilidad espacial.
La misión ELSA-d de Astroscale es una misión satelital pequeña que demostrará dos tecnologías clave que permiten la visión de la compañía para la remoción de desechos orbitales. En primer lugar, habrá un componente de orientación, que demostrará la capacidad de localizar y acoplar una pieza de basura espacial, utilizando sensores de posicionamiento que incluyen tecnologías de localización láser y GPS. Eso será utilizado por un satélite llamado “administrador” para encontrar y conectar a un satélite “objetivo” lanzado al mismo tiempo, que sustituirá a una posible pieza de escombros.
Astroscale tiene la intención de acoplarse y soltarse con el “objetivo” utilizando su “administrador” varias veces durante el transcurso de la misión, demostrando que puede identificar y capturar objetos no controlados en el espacio y que puede maniobrarlos para una desorbita controlada. Esto básicamente probará la viabilidad de la tecnología subyacente a su modelo de negocio y la preparará para futuras operaciones comerciales.
En octubre, Astroscale anunció que había recaudado $ 51 millones, lo que hace que el total recaudado hasta la fecha sea de $ 191 millones. La compañía también adquirió el personal y la propiedad intelectual de una compañía llamada Effective Space Solutions en junio, que utilizará para construir el brazo de servicio geoestacionario de su negocio, además de las operaciones LEO que ELSA-d demostrará.
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