A la tercera jornada de postparón, llega uno de los momentos más icónicos y esperados de este nuevo fútbol. Diego Pablo Simeone y sus futbolistas se enfrentarán por primera al vacío del deshabitado Metropolitano. Si hay un entrenador-coreógrafo que ejerza como ideal intermediario y cordón umbilical entre la grada y el equipo ese es Simeone. Muchos momentos de sus casi nueve años en el cargo avalan esa condición. El último, el partido de ida de los octavos de la Champions contra el Liverpool (1-0). “Hay noches que no se olvidan. Viene el mejor equipo del mundo, un montón de partidos ganando y ganarles… Empezamos ganando el partido cuando en la rotonda giramos con el autobús y nos encontramos con un montón de gente entusiasmada, ambiciosa y sin miedo. Fue emocionante, te dan ganas de jugar”, relató Simeone extasiado. El mismo Klopp también admitió la trascendencia que jugó la hinchada rojiblanca aquella noche que empezó a marcar el repunte mostrado por el equipo desde entonces.
En la normalidad, tras las victorias de Anfield (2-3), el empate en San Mamés (1-1), la tunda a Osasuna (0-5) y con el equipo reinstalado en las plazas de Champions, la visita del Valladolid este sábado (22.00, Movistar LaLiga) se hubiera convertido en la enésima reafirmación de Simeone como tótem de la entidad y su identidad. Su comportamiento ante la situación que vivirá despierta curiosidad. En la primera experiencia de vacío en un escenario tan pasional como San Mamés, Simeone apeló a la aceptación de las excepcionales circunstancias. La misma disposición que adoptará en su estreno en casa tras el parón. “No nos podemos detener en lo que es. Ahora hay circunstancias a las que hay que adaptarse, reinventarse a lo que nos está marcando esta sociedad, no sólo a nosotros. Los restaurantes están al 50%… Nosotros no somos la excepción”, argumentó este viernes el preparador argentino.
”Si lo ha interiorizado es lo inteligente y lo mejor para que viva la situación con normalidad. Tras la aceptación, el segundo paso es la adaptación. Tendrá que utilizar otras estrategias”, asegura Pablo del Río, psicólogo del deporte, sobre cómo puede afectar a una personalidad como la de Simeone la ausencia de la conexión con la grada.
Socios y leyendas fallecidas
No parece que vaya a apreciarse al Cholo girándose a las tribunas del coliseo agitando los brazos para provocar decibelios y calor. Preguntado por si en algún momento trataría de llegar hasta los telehinchas, el Cholo respondió escueto: “Ante todo busco que me sientan mis futbolistas y que les genere una ayuda como la que puede darle un entrenador desde afuera de la cancha”. La dirigencia no duda en contar con el mejor ejemplar para manejar el desangelo de la puerta cerrada. El máximo accionista, Miguel Ángel Gil, así lo aseguró recientemente en Golden Coach Congress: “Tenemos el mejor entrenador para partidos a puerta cerrada, porque es difícil contagiar y meter intensidad. Diego [Simeone] mantendrá el nivel de intensidad en el grupo durante los 95 minutos de cada partido y de alguna manera se trata de buscar esos equilibrios para que el equipo logre los objetivos”.
Ante esta primera cita en casa sin seguidores, el club se ha volcado en una carga emocional al inicio del choque que reemplace esa conexión entre la grada, el entrenador y el equipo. Se ha preparado un homenaje visual e individual a los cerca de 60 socios víctimas del coronavirus y para las cuatro leyendas fallecidas durante la pandemia: Peiró, Capón, Jones y Antic. Una pancarta con un emotivo lema extraído de un cántico presidirá el tercer anfiteatro.
El club ha descartado difundir durante el encuentro sonido ambiente por megafonía ante el temor de que pueda desconcentrar a los jugadores. Las localidades, salvo con alguna excepción emotiva, estarán todas vacías. El fondo del coreógrafo sin público que será Simeone será el rojo de los asientos sobre el blanco del nombre del club.
“En su vida se imaginó Marcos Llorente de delantero”
El adelantamiento de la posición de Marcos Llorente y el alto rendimiento ofrecido por el exmadridista se han convertido en una reivindicación de Simeone. “En su vida se imaginó jugar de delantero”, aventuró el entrenador en rueda de prensa. “Viendo sus condiciones técnicas, físicas y de contundencia de remate despertó la opción de hacer un esfuerzo, hablándole con él, para buscar una alternativa muy importante en ese lugar del campo. Nos da velocidad y desplazamiento, calidad y visión de juego. No es una posición fácil, hay que tener el equilibrio entre las transiciones defensivas y ofensivas”. “Vi a Griezmann que podía jugar de segundo delantero o en punta, cuando todos decían que era banda, Lucas fue campeón del mundo de lateral izquierdo… Vimos que Marcos Llorente entrenando hacía goles, goles y goles y eso es muy importante en el fútbol”, se defendió Simeone, que convive desde el inicio del curso con su empeño en haber hecho jugar a João Félix en la banda derecha.
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