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Atlético y Real Sociedad no podrán jugar en sus estadios en Champions y Liga Europa


El coronavirus y la cepa británica se han llevado por delante parte del factor cancha de tres de los partidos de ida de los octavos de final de la Champions League y dos de la ida de los dieciseisavos de la Liga Europa. Las restricciones a los vuelos procedentes del Reino Unido vigentes tanto en Alemania como en España (estas han sido prolongadas este martes por el Gobierno español hasta el 2 de marzo), han trasladado el Leipzig-Liverpool del próximo 16 de febrero a Budapest, ciudad que también acogerá ocho días más tarde el Borussia Mönchengladbach-Manchester City. El Atlético-Chelsea se disputará el 23 de febrero en una ciudad aún por determinar. Fuentes del club rojiblanco descartan Varsovia y apuntan a Bucarest, donde el equipo se coronó campeón de la Liga Europa en 2012. Esta competición también se ha visto afectada por la variante británica del coronavirus al tener que trasladarse de San Sebastián a Turín el Real Sociedad-Manchester United del 18 de febrero. En la misma competición y ese mismo día, el Molde-Hoffenheim se celebrará en el estadio de La Cerámica de Vila-real por la alta tasa de contagios que afecta a Noruega.

Los goles del equipo visitante seguirán decidiendo las eliminatorias en caso de empate en la suma de los dos resultados, pero los clubes que han tenido que buscar sedes alternativas se sienten perjudicados. La ausencia del caldeo ambiental de los estadios en las noches europeas por la ausencia de público en los graderíos ya minimizaba el efecto del factor cancha para todos los participantes, pero ahora los equipos locales obligados por la UEFA a buscar un campo neutral deberán asumir el desgaste de un desplazamiento y la pérdida de las referencias a las que están acostumbrados sus futbolistas en los terrenos de juego propios.

El Atlético y la Real Sociedad, al sentirse en desventaja, propusieron que tanto los encuentros de ida como los de vuelta se jugaran en campos neutrales, pero se encontraron con la negativa de la UEFA. En el club rojiblanco deslizan la incomodidad de un viaje de no menos de dos horas el día antes del partido. “No es lo mismo que los jugadores vayan de sus casas al hotel de concentración que someterlos al desgaste de un desplazamiento”, comentan representantes del conjunto madrileño. El entrenador del Leipzig, Julian Nagelsmann, también se quejó resignado en términos similares ante el viaje de su equipo a Budapest para recibir como local al Liverpool: “No tener que viajar y dormir en tu propia cama y no en una ajena es una ventaja que perdemos. Nosotros no decidimos, tenemos que aceptar lo que se ha dispuesto”, expresó. El conjunto de Jürgen Klopp ha salido favorecido con la decisión, pero el técnico alemán no comparte el traslado de sedes.

”Estamos metidos en burbujas que dificultan la expansión del virus, yo abría abogado por una excepción”, dijo el preparador del campeón inglés. El Gobierno alemán fue el primero en comunicar que no haría excepciones de ningún tipo para permitir la entrada de ciudadanos procedentes de las Islas. En España, las restricciones finalizaban el 16 de febrero, pero la prolongación de la medida anunciada este martes por el Ejecutivo español hasta el 2 de marzo obligó al Atlético y a la Real Sociedad a decantarse por una ciudad. Hasta que supieron de la extensión de las citadas restricciones, tanto la entidad madrileña como la donostiarra albergaban algunas esperanzas de poder disputar sus encuentros de local en sus propios estadios, aunque a la vez trabajaban en el escenario que ya es definitivo.

Desde que la situación epidemiológica se agravó en el Reino Unido por la hipercontagiosa cepa surgida allí, el organismo que rige el fútbol europeo comenzó a trabajar en este nuevo escenario que sacude a la integridad de sus competiciones. Hace diez días, la UEFA solicitó a los clubes afectados que comenzaran a buscar sedes alternativas y estableció el día de este martes como fecha tope para comunicarlas, aunque el Atlético aún no la ha hecho pública. Tener que organizar la temporada pasada una final a ocho de la Champions en Lisboa y otra en cuatro ciudades alemanas de la Liga Europa ya supuso un trauma económico para la organización que preside el esloveno Alexander Ceferin, que aún tiene pendiente decidir si la Eurocopa, el torneo con el que más recauda, se disputará en las 12 sedes previstas.

Las sedes de la Eurocopa 2020 se darán a conocer en abril

La incertidumbre que genera la evolución del coronavirus ha llevado a la UEFA a retrasar hasta el mes de abril la decisión final sobre si la Eurocopa de 2020 se celebrará este verano en las 12 sede previstas y entre las que se encuentra Bilbao. En un principio, la solución se iba a anunciar en marzo, pero el organismo europeo ha preferido apurar más las fechas. Los beneficios obtenidos por la UEFA en la última Eurocopa celebrada en Francia en 2016 ascendieron a casi mil millones de euros. Esta competición es el maná con el que cada cuatro años la UEFA engorda sus arcas y le permite financiar el desarrollo del fútbol por todo el continente. Aunque el pasado mes el presidente de la organización, el esloveno Alexander Ceferin, anunció que por el momento se mantenían las 12 sedes, será la evolución de la pandemia la que determine si hay cambios que afecten a las sedes y si finalmente podrá asistir público. La opción de Rusia como anfitrión único se ha barajado en los últimos meses. Según fuentes federativas, la incidencia más baja de la pandemia, el alto ritmo de vacunación y las infraestructuras utilizadas para la celebración del Mundial 2018 juegan a favor de Rusia como sede única. Entre las federaciones existe la urgencia de conocer cuanto antes a qué atenerse para poder organizar la logística de sus campos base. España tenía previsto estabñecerlo en Las Rozas si finalmente juega en Bilbao. Si no es así buscará acomodo en el extranjero.


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