Al exponer su fallo, el juez Delgadillo Padierna argumentó que la investigación de la Fiscalía sobre los imputados era ilegal y advirtió que se había actuado con perversidad al armar el caso, debido a que el origen del mismo era la petición del abogado Juan Ramón Collado Mocelo para recuperar su libertad mediante criterio de oportunidad, es decir, servir como delator de otro ilícito para que la Fiscalía le otorgue el beneficio de reducir sus penas y llevar su proceso penal en libertad.
El juez de control acusó a la Fiscalía de actuar con perversidad, con una frase que trascendió los muros de la sala de oralidad: “Existe un dicho que prevé… el ministerio público es el rector de la investigación, si en su actuar existe perversidad, se necesita a Dios como abogado”.
La frase fue calificada como “insultante” por la FGR, al grado de que el recurso de apelación de la Fiscalía, firmado por la ministerio público de la Federación, María Eugenia Castañón, acusó al juez Delgadillo Padierna de incurrir en falsedades y de alterar dicha frase para poder denostar a las autoridades ministeriales.
“El Juzgador hizo manifestaciones contrarias a la litis, ya que de forma injusta e insultante, el juez señaló a la Fiscalía General de la República de emplear versiones inverosímiles, que hubo una actuación de mala fe, que ocultó información, que se emplearon pruebas fabricadas, que se afirmaron falsedades, que se apostó al error judicial y que nuestro actuar había sido perverso indicando: ‘si en el actuar del Ministerio Público existe perversidad, se necesita a Dios como abogado’. Sin embargo la frase completa refiere que ‘El que tiene por Juez a un acusador, necesita a Dios por abogado’”.
Source link