Santiago Solari, en la banca del América, el pasado 26 de febrero en un partido contra los Pumas.Agustin Cuevas (Getty Images)
El fútbol mexicano se le ha ido de las manos a Santiago Solari. El estratega argentino ha sido despedido del América, el club más mediático de México. El argentino recibía a finales de 2020 la segunda oportunidad de estar al frente de un equipo absoluto. El primero fue el Real Madrid en 2019, luego el equipo mexicano.
Solari (Rosario, 45 años) había hecho un trabajo espléndido en sus primeros tres torneos cortos. En el primero, aún con la mudanza fresca, llevó al equipo al tercer lugar de la tabla general (32 puntos). Su boleto directo a cuartos de final le daba tranquilidad a la directiva, pero en la liguilla el equipo más irregular puede echar al más constante. Así ocurrió. Las Chivas de Guadalajara le sacaron la billetera (1-3, global), una herida en el orgullo azulcrema. El siguiente torneo engrasó la máquina para que su plantilla sacara el pecho y les llevó a ser los segundos mejores (38 puntos). Sucedió lo mismo: en la liguilla se topó con el octavo lugar de la clasificación y con problemas para ganar. El Pachuca dio la sorpresa al apabullar a los chicos de Solari y quedarse con el pase a semifinales gracias al gol de visitante (5-5).
Incluso el reglamento de la Liga MX se modificó para que ya no contase nunca más el gol de visitante tras lo que le pasó al América. Solari, tocado por las dos eliminaciones, volvió a apostar a lo suyo. En el tercer torneo, sus águilas se quedaron con el liderato general (35 puntos). Y como si fuera un infortunio premeditado, otro equipo que sufrió durante el torneo, los Pumas de la UNAM (undécimo lugar en la tabla), le dio un duro mazazo. En octubre, las estrategias del argentino dejaron escapar el boleto al Mundial de Clubes.
Este año la presión le empezó a devorar la mente a Solari con ocho partidos dirigidos, cuatro derrotas, tres empates y solo una victoria. El último juego que dirigió terminó en un empate en el tiempo agregado contra el Querétaro (1-1) en un entristecido estadio Azteca. “Ofrecemos las más sinceras disculpas a los azulcremas. El rendimiento del equipo en este torneo no ha representado la grandeza de nuestra historia”, se lee en el comunicado del despido de Solari.
El argentino intentó levantar al club tras la salida de Miguel Piojo Herrera, el estratega más exitoso en el América. Pidió a los directivos fichar a Álvaro Fidalgo, un futbolista formado en el Real Madrid Castilla y se lo cumplieron. También le hicieron caso al fichar al defensor español Jorge Meré, pero los aficionados no le perdonaron su encontronazo con una de las perlas mexicanas, Sebastián Córdova, quien terminó por marcharse.
En la misma semana, Javier Aguirre, el entrenador mexicano más internacional, también fue despedido de los Rayados de Monterrey por dejarlos en la posición 15 de 18 y por un bochornoso papel en el Mundial de Clubes donde fueron eliminados en la primera ronda por un equipo plagado de bajas.
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