Los largos tiempos de procesamiento de visas en Australia han dejado a alrededor de un millón de posibles trabajadores atrapados en el limbo, lo que ha empeorado la aguda escasez de personal que ha paralizado las empresas y afectado la confianza económica.
Los estrictos controles fronterizos durante dos años y un éxodo de trabajadores de vacaciones y estudiantes extranjeros han dejado a las corporaciones de Australia luchando por encontrar puestos de trabajo y mantener sus negocios en marcha.
Sin embargo, una solución aparentemente simple al problema de permitir la entrada de más inmigrantes se ha topado con un obstáculo debido a una acumulación de más de 914 mil solicitudes de visas permanentes y temporales hasta el 12 de agosto, según datos de inmigración vistos por Reuters.
De estos, alrededor de 370 mil son visas en categorías temporales clave de visitantes, estudiantes y visas calificadas que son clave para la recuperación económica del país. También incluye a los solicitantes que ya se encuentran en Australia y buscan cambiar el estado de su visa a uno más permanente.
Los retrasos se deben en gran parte a la escasez de recursos en las oficinas de inmigración y una gran acumulación de solicitudes que quedaron desatendidas durante dos años cuando la pandemia obligó al gobierno a sellar las fronteras.
La restricción laboral de Australia se produce cuando la competencia por mano de obra calificada se intensifica en todo el mundo, especialmente en industrias donde la pandemia de Covid-19 obligó a los empleadores a eliminar puestos de trabajo o empujar al personal a trabajar de forma remota.
Las naciones industrializadas como Estados Unidos y otras de la Unión Europea y Asia han buscado relajar las reglas de inmigración y mejorar las ofertas para atraer a los mejores talentos. Nueva Zelanda también está realizando cambios temporales en las reglas de inmigración para llenar un vacío laboral.
El nuevo gobierno australiano encabezado por el primer ministro Anthony Albanese está reuniendo a políticos, empresarios, sindicatos y otros para abordar el problema en una cumbre nacional de empleos y habilidades esta semana.
“El Gobierno reconoce la importancia de la inmigración y los visitantes para abordar la actual escasez de mano de obra y estimular la actividad económica”, dijo a Reuters un portavoz del Departamento del Interior.
“Estamos comprometidos a reducir las solicitudes de visa disponibles a los niveles anteriores a la Covid-19, y hemos aumentado la actividad para acelerar los tiempos de procesamiento”, agregó el vocero.
El departamento ha incorporado a más de 180 empleados nuevos en funciones de procesamiento de visas desde mayo para abordar la acumulación masiva. En los últimos dos meses ha logrado procesar cerca de 1.14 millones de solicitudes de personas que se encuentran fuera de Australia.
Pero con más de 600 mil titulares de visas temporales que abandonaron el país desde la pandemia, se necesita hacer mucho más para llenar los grandes vacíos en las industrias de la salud, la construcción y la hospitalidad.
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