Autoridades fronterizas han informado que ya no podrán aceptar a más solicitantes de asilo, debido a que están a su capacidad máxima.
“’No voy a esperar, ¿Cómo me voy a aguantar? Seis semanas por lo menos en Tijuana, quizás más’”, dijo Pedro Ríos, el director del Comité de Amigos Americanos, refiriéndose a los que aspiran solicitar el asilo político.
El primer grupo de la caravana de migrantes centroamericanos llegó a Tijuana el domingo.
Su situación en suelo americano es incierta.
El lunes, autoridades de inmigración dejaron claro que anticipan que esos individuos continuarán esperando en México hasta que Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) pueda empezar a procesar sus casos, ya que actualmente, tienen a gente en espera.
Con cerca de 60,000 inmigrantes detenidos en octubre, CPB tiene la cifra más alta en arrestos de personas indocumentadas en la frontera sur desde que el presidente Donald Trump llegó a la Casa Blanca.
En San Diego, fueron más de 4,200 detenidos, incluyendo a más de 200 menores de edad que viajaban solos. Para muchos, esta es una de las consecuencias de la política de cero tolerancia de la adiminstración Trump, que pretende procesar de forma criminal a aquellos que crucen a EEUU de manera ilegal.
“El gobierno de EEUU está provocando esta frustración. Entonces, que aguanten mientras estén en Tijuana o en cualquier punto de Baja California esperando su turno para poder entregarse”, dijo Ríos.
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