El 13 de mayo, un Boeing 747-300 aterrizaba en el Aeropuerto Guaraní, a 30 kilómetros de la enclave paraguayo Ciudad del Este en la Triple Frontera, libre de toda carga y con 18 tripulantes a bordo.
Habían pedido autorización para permanecer 8 horas en suelo paraguayo, para cargar 7086 cajas de cigarrillos (unos 80 mil kilos) en la aeronave y trasladarlas a Aruba.
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Tres empresas participaban en el operativo: dos de ellas, integran el grupo empresarial de 70 compañías del ex presidente Horacio Cartes -una es la vendedora local (Tabesa) y la otra es la compradora, con sede en EE.UU (Tabaco USA).
La tercera compañía es la consignataria y opera en Aruba (Tabacalera Free Zone NV). El transportista: la aerolínea venezolana Emtrasur S.A. en vuelo carguero. Hasta ahí, la documentación existente al 13 de mayo.
El avión debía permanecer 8 horas, pero se quedó 3 días.
ASPECTOS LLAMATIVOS
Las 8 horas se convirtieron en 3 días. En ese lapso, los tripulantes -11 venezolanos y 7 iraníes- se alojaron en Ciudad del Este, y el 16 de mayo abordaron el avión de Emtrasur con una única carga: cigarrillos. Pero cargados de sospechas por la operación.
Y no por presunción de estupefacientes ya que la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) se aseguró de que no los hubiera, con sucesivas inspecciones del tabaco a cargar en el avión, tanto con Rayos X y un perro detector de drogas como con expertos que inspeccionaron las cajas, siempre al azar.
La sospecha era otra. Que se tratara de una operación de fachada para facilitar la presencia de esos 18 extranjeros en Ciudad del Este: ¿cuáles eran las circunstancias exactas de la presencia de esta tripulación de ambas nacionalidades, cuáles los entretelones y el contexto de la contratación del avión?
Las 8 horas se convirtieron en 3 días. En ese lapso, los tripulantes -11 venezolanos y 7 iraníes- se alojaron en Ciudad del Este, y el 16 de mayo abordaron el avión de Emtrasur con una única carga: cigarrillos. Pero cargados de sospechas por la operación.
El ministro paraguayo de Anticorrupción, René Fernández, dialogó con El Cronista para detallar qué les resultó sospechoso y las decisiones que tomaron en consecuencia. Fueron al menos cuatro aspectos:
Uno, la escasa rentabilidad del traslado: era mucho avión para poca carga.Dos, la excesiva tripulación para trasladar solamente cigarrillos.Tres, la excesiva estadía para el fin declarado: cargar cigarrillos en el avión. Y cuatro, que sólo hubiera una empresa asumiendo los costos de la carga -cuando suelen compartirlo varias- y que no se aprovechara el tramo de ida para compensar con otra carga y en síntesis, el costo del traslado resultara muy superior.
“Digamos que no es ningún delito realizar una operación a pérdida. En principio, no está prohibido”, ironizó Fernández. “Pero está la preocupación y la sospecha de que haya sido una operación de fachada, un argumento para poder facilitar la presencia de estas personas en nuestro país”.
“A partir de esos hechos se disparan las alertas, las investigaciones y se llega a la información, a través de la Secretaría Nacional de Inteligencia, de la identificación de al menos uno de los tripulantes como vinculado a una aerolínea de origen iraní, como así también como miembro de una organización identificada como terrorista o cooperante con el terrorismo y el piloto fue identificado como parte de las Fuerzas Quds, que forma parte del Ejército Revolucionario de Irán”, explicó Fernández.
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Esos elementos llevaron a la Secretaría Nacional Anticorrupción, que encabeza Fernández, a formular una denuncia penal el 22 de junio ante el Ministerio Público paraguayo a los efectos de profundizar las circunstancias de la presencia de esa aeronave y de esa tripulación de ambas nacionalidades en Paraguay.
CARTES, SÍ. VELÁZQUEZ, NO
Una de las principales incógnitas fue quiénes intervinieron en la contratación del flete aéreo, y dedujeron que necesariamente fue una de las 3 empresas involucradas. “Hicimos un relacionamiento en cuanto a los costos usuales en este tipo de operaciones (de carga), que son relativamente altos en relación al costo de la mercadería. Ese es por un lado el vínculo que tiene con el expresidente Cartes”.
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Sin embargo, el ministro Anticorrupción rechazó de plano las versiones periodísticas de un nexo del actual vicepresidente Hugo Velázquez con la tripulación del polémico avión. “En lo que se refiere al vicepresidente Velázquez, en esta operación en concreto no hay ninguna conexión, no ha surgido ningún tipo de elemento o evidencia que lo vincule: en ese sentido hay que ser categórico”.
PARAGUAY GENERÓ LAS ALERTAS
Las autoridades de Paraguay no habían recibido alertas de otros gobiernos sobre la aeronave, “por el contrario, realmente fuimos nosotros los que generamos la alerta. Es nuestro país donde se realizó toda la investigación, el análisis de inteligencia que generó justamente el alerta a otros países, también aquí a nivel interno”.
La Secretaría Nacional de Inteligencia alertó a comienzos de junio a los gobiernos argentino, uruguayo “y también a otros países. Pero quienes en este caso tuvieron directo interés fueron justamente Uruguay y Argentina porque fueron los países en donde esta aeronave, en el caso de Uruguay, (pidió) un ingreso para escala técnica, y luego ya, Argentina”.
El ministro paraguayo de Anticorrupción, René Fernández. (Foto: Agencia de Información Paraguaya).
“Porque es como ya sabemos hoy en día, atrás de una apariencia de normalidad y de legalidad, en la operación de la empresa Entrasur, tenemos serias sospechas de que esta aeronave sigue perteneciendo o al menos sigue siendo operada por empresas de origen iraní, lo cual también se suma a la tripulación del mismo origen, y las vinculaciones que ya conocemos.
Con la histórica fama de la Triple Frontera como zona de albergue de células terroristas, las autoridades paraguayas aceleraron las investigaciones sobre este caso.
“La evidencia conocida hoy día es la circunstancia de la que tuvimos conocimiento, y que actuamos en consecuencia, y las investigaciones se encuentran en curso. La importancia que nosotros le damos al caso tiene que ver justamente con las alertas de organismos de inteligencia nacionales e internacionales en ese sentido. Eso demuestra el compromiso en la lucha contra el crimen organizado”.
Además recibieron información de parte de los gobiernos de Israel y Estados Unidos. “Sí, seguimos trabajando y seguimos recibiendo esa información pero en un nivel que todavía está siendo objeto de análisis, sobre todo, de investigación, ya conjuntamente con el Ministerio”, confirmó el ministro paraguayo.
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