Después de meses de silencio, Gareth Bale habló sobre su situación en el Real Madrid y, contra la imagen que se había construido de sus supuestas intenciones, dejó muy clara su versión de los hechos: ha querido abandonar el Bernabéu y ha sido el propio club el que ha frenado todos los intentos.
“Traté de irme el año pasado y el club bloqueó todo en el último segundo. Era un proyecto por el que estaba emocionado, pero no se materializó”, aseguró durante una rueda de prensa telemática con la selección galesa. “Ha habido otros casos en los que intentamos irnos, pero el club no lo permitió ni hizo algo para que así fuera. Así que depende del club, qué puedo decir. Quiero jugar al fútbol, todavía estoy motivado. Está en el club, ellos tienen el control. Tengo un contrato, todo lo que puedo hacer es continuar con lo que estoy haciendo y espero que surja algo. Está en manos del club, pero ponen las cosas muy difíciles para ser honestos”, insistió.
La opción más seria que surgió hace un año fue el fútbol chino. Su salida llegó a contarse por horas, a juzgar por las palabras entonces de Zinedine Zidane, que no ocultó su deseo de que la operación se materializara. “Si es mañana mejor, pero ojalá que su salida sea inminente por el bien de todos, el suyo también. El club está en conversaciones con el otro equipo al que puede ir”, afirmó el entrenador francés a finales de julio de 2019 después del primer partido de pretemporada. “No tengo nada personal contra él, pero llega un momento donde las cosas se hacen porque se deben hacer. Tengo que tomar decisiones, tenemos que cambiar”, prosiguió. “La situación va a cambiar, no sé si en 24 o 48 horas, pero lo hará. Y es algo bueno para todos”.
Sin embargo, la situación no cambió y ahora Bale culpa de ello a la entidad. Así que el galés, contra su voluntad, según sus palabras, y la del técnico, siguió en Madrid. Zizou aceptó los hechos consumados y volvió a contar con él en el inicio del curso anterior. Arrancó de titular en Vigo y en cinco de los seis primeros partidos, metió un doblete en Villarreal, y llegó a estar en el once inicial en el clásico del Camp Nou, en Navidades. Pero la relación entre ambos se encontraba tan gastada que ya no había arreglo y poco a poco fue desapareciendo del radar del técnico. De los 11 encuentros ligueros postconfinamiento, solo disputó unos minutos contra el Eibar y 71 ante el Mallorca. En los dos últimos compromisos del año (Leganés y City), pidió no ir convocado, como aseguró ZZ en conferencia de prensa. En todo el curso pasado, apenas acumuló 1.260 minutos en 30 choques, tres goles y dos asistencias.
“Quiero jugar al fútbol, solo tengo 31 años, me siento en muy buena forma y tengo mucho para dar”, advirtió este miércoles el zurdo galés, que tiene contrato con el Madrid hasta 2022. Preguntado por sus preferencias por regresar a la Premier, abundó en el mensaje: “No está en mis manos. Hay que ver primero cuáles son las situaciones que se presentan. Tendremos mucho tiempo en esta ventana de fichajes, el tiempo dirá. Principalmente, el motivo es que la decisión está en manos del Real Madrid”. El mercado de fichajes se cierra el próximo 5 de octubre.
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