El sistema financiero mexicano mantiene una posición sólida y de resiliencia, dijo el miércoles el Banco de México en su Reporte de estabilidad financiera, aunque advirtió que las perspectivas para la economía local apuntan a que la recuperación iniciada este año se extenderá a 2022 a un ritmo más moderado, con cierto grado de incertidumbre.
El Producto Interno Bruto mexicano sufrió en 2020 la peor contracción desde la Gran Depresión, al caer un 8.5 por ciento, y recientemente la autoridad monetaria redujo sus expectativas de crecimiento para este año a un 5.4 por ciento, por debajo de su estimación previa de un 6.2 por ciento, mientras prevé una expansión de un 3.2 por ciento para 2022.
Banco de México (Banxico) señaló en su reporte de estabilidad financiera del segundo semestre que si bien algunos riesgos y vulnerabilidades que aumentaron por la contingencia del Covid-19 han disminuido, otros siguen por encima de los niveles vistos con anterioridad.
En el Reporte se consideran los siguientes riesgos macrofinancieros para la estabilidad financiera:
i) un apretamiento de las condiciones financieras globales como resultado de incrementos en las tasas de interés en las principales economías avanzadas ante repuntes inflacionarios mayores y más persistentes a lo previsto;
ii) una recuperación menos vigorosa de la economía global y más heterogénea entre sectores y países;
iii) debilidad prolongada y más acentuada en el consumo e inversión internos;
iv) potenciales incrementos a las primas de riesgo tanto soberanas como de Pemex, así como afectaciones a sus respectivas calificaciones crediticias.
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No obstante estas amenazas, el banco destacó que “a más de 20 meses de iniciada la pandemia, el sistema financiero mexicano continúa mostrando resiliencia y ha mantenido una posición sólida, con niveles de capital y de liquidez superiores (a) los mínimos regulatorios”, y se encuentra en posibilidad de apoyar la recuperación económica.
El reporte mostró que continúa sin observarse una reactivación en el ortogamiento de crédito, por lo que el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, calificó como “un reto” que acompañe “con mejor armonía” la reactivación económica.
El saldo del financiamiento total recibido por los hogares siguió decreciendo, tendencia que se aprecia desde hace seis trimestres, de acuerdo con Banxico, mientras el crédito total a las empresas privadas no financieras del país también continuó observando una contracción.
En contraste, los préstamos a la vivienda siguieron expandiéndose durante el segundo y tercer trimestre, aunque a un menor ritmo que en los trimestres anteriores, según el informe.
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Respecto a la petrolera estatal Pemex, el banco destacó que su posición financiera ha mostrado “cierta mejoría” en los meses recientes, mientras el balance del sector público total registró un déficit menor al proyectado entre enero y septiembre.
Finalmente, el informe mostró que el Índice de Estrés de los Mercados Financieros había tenido un comportamiento en general a la baja, pero la tendencia se revirtió a partir de octubre debido a las presiones observadas en los mercados cambiario y de deuda. Por su parte, el Índice de Condiciones Financieras (ICF) ha presentado una tendencia al alza desde julio. (Rts)
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