El primer paso se dará el 4 de mayo cuando puedan abrir los servicios de salud, así como los primeros negocios que no exijan contacto directo con el cliente.
Bélgica prepara la reapertura de todos los comercios minoristas a partir del 11 de mayo si no hay cambios en el descenso de la curva de contagio del coronavirus para entonces, anunció este viernes la primera ministra, Sophie Wilmès, quién adelantó que desde el 4 de mayo el uso de mascarilla será obligatorio en el transporte público.
Wilmès compareció en una rueda de prensa en Bruselas tras una reunión de más de cinco horas del Consejo Nacional de Seguridad, para acordar con las autoridades regionales y locales las fases de la estrategia de salida.
El primer paso se dará el 4 de mayo cuando puedan abrir los primeros negocios que no exijan contacto directo con el cliente y los servicios de salud empiecen a retomar también el ritmo de consultas normal. Sin embargo, los centros escolares seguirán cerrados y el confinamiento seguirá siendo obligatorio.
En la primera semana de mayo también se permitirá la apertura de las tiendas de telas y mercerías para facilitar a la población adquirir el material necesario para fabricar sus propias mascarillas, denominadas “de confort”, indicó Wilmès.
Con la primera fase de la salida del confinamiento el uso de mascarillas pasa a estar “fuertemente recomendado” y será obligatorio desde el 4 de mayo para los mayores de doce años en el transporte público.
El objetivo es reducir el riesgo de contagio, por lo que las autoridades validarán toda “protección” que cubra la boca y la nariz, aunque el gobierno federal trabajará para que “cada ciudadano reciba al menos una protección en tela y dos filtros”.
El 18 de mayo se pasará a una segunda fase en la que los museos podrán reanudar las visitas, hoy restringidas, y podrían volver a celebrarse pequeños encuentros familiares o entre amigos en casa, a condición de que se limite a un máximo de diez personas y que siempre sean las mismas en las siguientes reuniones.
También retomarán las clases los alumnos de algunos cursos de primaria y secundaria, pero seguirán suspendida la enseñanza de preescolar y en las guarderías. Los centros que reabran deberán tomar medidas para que no haya más de diez alumnos por clase y programar horarios escalonados para evitar aglomeraciones.
La última fase detallada por la primera ministra se sitúa el 8 de junio, aunque esta fecha es orientativa y dependerá de la evolución sanitaria. Si la progresión del virus sigue descendiendo se permitirá a los restaurantes retomar su actividad, con restricciones, aunque seguirán cerrados los bares, cafeterías y discotecas.
Wilmès ha mantenido la incógnita sobre el periodo vacacional y dijo que hasta finales de mayo las autoridades y expertos no tomarán decisiones sobre la reapertura de la frontera para permitir viajes al extranjero o la celebración de campamentos y otras actividades.
En cualquier caso, Wilmès recalcó que la salida del confinamiento será “progresiva”, diseñada por etapas cuyo calendario es orientativo porque podrá variar si la situación epidemiológica varía. El objetivo de las autoridades es controlar la evolución de la pandemia y ajustar las etapas a esta situación.
“Es un proceso evolutivo. Algunas de las medidas se adaptarán en función del avance del virus. Nunca podremos excluir dar marcha atrás si el virus gana terreno”, advirtió la primera ministra.
Europa Press