BRUSELAS — Después de dos días de polémico debate, el Parlamento de Bélgica aprobó un tratado muy criticado con Irán que permitiría el intercambio de prisioneros entre los dos países.
Los críticos del tratado, que fue ratificado el miércoles por la noche con una votación de 79 a 41 y 11 abstenciones, argumentan que Bélgica está cediendo a una forma de toma de rehenes por parte de Irán.
A finales de febrero, las autoridades iraníes detuvieron a un cooperante belga, Olivier Vandecasteele, de 41 años, acusado de espionaje. Su arresto no se hizo público, pero el 11 de marzo Bélgica firmó el tratado de intercambio de prisioneros con Irán que fue ratificado el miércoles.
El Sr. Vandecasteele trabajó en Irán para varias organizaciones de ayuda no gubernamentales durante cinco años, pero se fue en marzo de 2021 después de perder su trabajo. Regresó en febrero para recoger sus pertenencias personales, pero fue arrestado y encarcelado por cargos de espionaje, que el gobierno belga calificó de infundados.
La detención del Sr. Vandecasteele fue revelada por su familia recién este mes.
El ministro de Justicia de Bélgica, Vincent Van Quickenborne, defendió el tratado ante los legisladores. “Irán es un estado canalla, pero no elegimos con quién hablamos”, dijo, y enfatizó que liberar a Vandecasteele era “nuestra prioridad”.
Pero los legisladores de la oposición, encabezados por la Nueva Alianza Flamenca, un partido nacionalista de derecha, dijeron que el gobierno estaba cediendo al chantaje de Teherán y poniendo en riesgo a más belgas.
El primer ministro Alexander De Croo insistió en que el tratado era la única forma de asegurar la liberación del Sr. Vandecasteele. “Bélgica no abandona a sus ciudadanos”, dijo en el Parlamento. “¿Qué le dices a su familia, que vamos a dejar que se pudra en su celda?”
Irán, dijeron los críticos, estaba presionando para asegurar el regreso de un diplomático iraní condenado el año pasado en Bélgica a 20 años de prisión por orquestar un complot para bombardear una reunión de líderes de la oposición iraní en Francia en 2018. Si se permite que el diplomático regrese a Irán, es probable que sea liberado de inmediato en lugar de cumplir su condena allí, dijeron los críticos.
El diplomático Assadollah Assadi, de 50 años, fue declarado culpable en febrero de 2021 de organizar el complot y proporcionar explosivos a una pareja belga-iraní para atacar la reunión anual del Consejo Nacional de Resistencia de Irán, que normalmente cuenta con destacados partidarios extranjeros como el ex. El jefe del FBI, Louis J. Freeh, y Rudolph W. Giuliani, exalcalde de Nueva York.
Assadi, dictaminó el tribunal belga, estaba trabajando para la inteligencia iraní bajo su cobertura diplomática de la Embajada de Irán en Austria y, por lo tanto, no tenía inmunidad en Bélgica.
Irán ha exigido su liberación, e incluso el Sr. Van Quickenborne dijo al Parlamento que después del arresto del Sr. Assadi, Bélgica y sus 200 ciudadanos en Irán se habían convertido en objetivos. “Desde el día 1, hemos sentido la presión de Irán y la situación de seguridad de nuestros intereses se ha deteriorado sistemáticamente”, dijo. Pero negó cualquier vínculo directo entre el tratado y el caso Assadi.
En una declaración el jueves, el Consejo Nacional de Resistencia de Irán, que había presionado fuertemente contra el tratado, condenó su ratificación como “vergonzosa”. El voto de Bélgica, dijo, proporcionaría “el mayor incentivo para que el fascismo religioso que gobierna Irán intensifique el terrorismo y utilice la toma de rehenes tanto como sea posible para liberar a sus terroristas y agentes arrestados”.
El consejo es el ala política de Mujahedeen Khalq, que busca derrocar al gobierno islámico de Irán.
El tratado permitiría a los iraníes condenados en Bélgica cumplir sus sentencias en Irán, y los belgas condenados en Irán cumplir sus sentencias en Bélgica. Pero el tratado también permite que cada parte conceda amnistía, y los críticos dicen que hay pocas dudas de que Assadi sería puesto en libertad.
Assadi, dijeron los fiscales en su juicio, trajo alrededor de una libra del explosivo triperóxido de triacetona y un detonador a Viena desde Irán en su equipaje y luego lo llevó a Luxemburgo. Allí, se lo entregó el 30 de junio de 2018 a la pareja iraní-belga en un Pizza Hut. El Sr. Assadi fue arrestado en una estación de servicio en Alemania, donde no tenía inmunidad diplomática, cuando regresaba a Austria.
A la pareja se le había concedido asilo político y luego ciudadanía en Bélgica. Fueron arrestados cuando conducían a París desde Amberes el día de la manifestación. Un cuarto acusado era un asociado de Assadi que se suponía que debía guiar a la pareja en la manifestación.
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