La ansiedad no es una cuestión baladí ni fácil de superar para quien tiene que lidiar con ella en distintos momentos de su vida, ya sea una persona anónima o famosa. La modelo Bella Hadid trata de concienciar sobre ella, y sobre las enfermedades mentales en general, desde hace un tiempo, dando a conocer su vulnerabilidad, las dificultades por las que atraviesa día a día. Si con anterioridad la joven, de 25 años, se había centrado en explicar la depresión con la que convive desde hace años, ahora ha explicado el azote que supone la ansiedad, que en ocasiones ni siquiera le ha permitido salir de casa.
La supermodelo, que ha sido imagen de Dior, Marc Jacobs o Versace, entre otras, y ha desfilado para todas las grandes casas de moda del mundo, ha concedido una entrevista al diario Wall Street Journal donde habla de su día a día, sus rutinas saludables, su alimentación, sus hábitos deportivos… Preguntada acerca de cómo se viste cada mañana, de cómo decide su ropa, explica que hace alrededor de dos años que no cuenta con un estilista que le ayude en ello. “Estaba en una posición mental tan extraña que para mí resultaba complicado simplemente salir de casa y decidir qué ponerme, especialmente con la ansiedad que me generaba tenerlos [a los fotógrafos] en la puerta de casa y todo eso”, confiesa. “Este último año ha sido muy importante para mí aprender que si la gente habla de mi estilo, si les gusta, si no, no importa, da igual, porque es mi estilo. Cuando salgo de casa por las mañanas lo que me pregunto es: ¿Me hace feliz esto? ¿Me siento bien con ello y estoy cómoda?”, ha asegurado una modelo cuyas decisiones estilísticas han sido fotografiadas y observadas por medio mundo.
La hermana de la también maniquí Gigi Hadid ha asegurado que ha vivido fuertes momentos depresivos. “Mi madre o mi médico me preguntaban cómo estaba y en vez de responderles con un mensaje, les mandaba una foto. Era lo más fácil de hacer para mí en ese momento porque nunca era capaz de explicar cómo me sentía. Estaba pasando por un dolor físico y mental insoportable y debilitante, y no sabía por qué. Eso ha ocurrido durante los últimos tres años de mi vida”, relata.
De ahí que, el pasado noviembre, se decidiera a colgar una serie de nueve fotografías suyas llorando en su perfil de Instagram, con casi 50 millones de seguidores, unas imágenes que lograron más de 2,5 millones de Me Gusta y donde se exponía públicamente precisamente para hablar acerca de la salud mental. Ahora ha explicado el motivo de publicar esas imágenes: “Fue para dejar claro que cualquiera que se sintiera de ese modo supiera que estaba bien sentirse así. Incluso aunque en Instagram las cosas se vean siempre tan bonitas, al fin y al cabo todos estamos hechos de la misma pasta. Pensé que sería bueno para mí contar mi verdad y, en cierto punto, no colgar más fotos bonitas. Eso estaba superado”.
En esas fotografías de noviembre, Hadid explicaba que “todo ser humano es distinto, todos tenemos algo especial y único que ofrecer. Y la gente olvida que todos nos sentimos básicamente del mismo modo: perdidos, confundidos, nada seguros de por qué estamos aquí. Esa ansiedad la siente todo el mundo, e intenta taparla de algún modo”. Además, entonces tambíen afirmaba que las redes sociales y lo que en ellas se publica “no son reales”. “Para alguien que está sufriendo, por favor, recordadlo. A veces todo lo que necesitas escuchar es que no estás solo. Así que, de mi parte y para vosotros, no estáis solos. Os quiero, os veo, os escucho. La autoayuda y las enfermedades mentales o desequilibrios químicos no son lienales, y a veces son como una montaña rusa llena de obstáculos… tiene sus altos, sus bajos, sus golpes de lado a lado. Pero quiero que sepáis que siempre hay luz al final del túnel y que en algún momento la montaña rusa siempre acaba parándose completamente”, animaba a sus seguidores, explicándoles que ella misma había tenido “crisis nerviosas y momentos de agotamiento”; de hecho, en algunos momentos decidió abandonar las redes sociales por lo complejo que le resultaba pasar tiempo en ellas y tener que mostrar siempre un lado positivo. “Pero si trabajas duro en ti mismo y pasas tiempo solo tratando de comprender tus traumas, detonantes, alegrías y rutinas, siempre serás capaz de comprender o de aprender más de tu propio dolor y de cómo manejarlo, y eso es todo lo que te puedes exigir a ti mismo”.
Como explicó Hadid en una entrevista hace año y medio en Women’s Wear Daily, el trabajo a menudo le ha pasado factura, especialmente cuando estaba empezando su carrera y no sabía cómo gestionarlo: “He llorado cada mañana, en la pausa de la comida, antes de irme a dormir. Era emocionalmente muy inestable cuando trabajaba durante 14 horas seguidas, cuatro meses, con 18 años. Creo que necesitaba respirar, aquello me puso en una espiral”. Por ello, en ocasiones se sentía “culpable de tener una vida tan maravillosa, todas esas oportunidades, y aún así estar deprimida”. Ahora, pasados los años, afirma que ni siquiera ella misma sabe cómo lidiar con esos momentos, y que tiene buenos y malos días y va tratando de gestionarlos sobre la marcha, haciendo ejercicio, que la ayuda mucho, o con la alimentación. “Mi propósito de Año Nuevo es intentar ir al gimnasio más a menudo, por mi salud mental”, afirma en el WSJ.
La modelo contó el pasado septiembre que llevaba sufriendo “depresión extrema y ansiedad” desde su adolescencia y durante la mayor parte de su vida adulta. “Desde que tenía 14 años lo he probado todo para lograr sentirme mejor”, relató. Además, desde hace casi una década sufre la enfermedad de Lyme —que también padecen su madre, Yolanda, y su hermano menor, Anwar—, producida por una picadura de garrapata y que le produce dolor y cansancio extremo. Esa dolencia truncó su carrera deportiva como jinete olímpica, categoría en la que quería competir en los Juegos Olímpicos de 2012.