Parece que el suceso ocurrió hace no mucho, pero si comenzamos a contar, la invasión de Rusia en Ucrania se sucedió hace ya casi 7 meses. Entre tanto, múltiples figuras políticas se han posicionado vertiendo sus opiniones sobre el conflicto. Lo mediático del asunto, también ha llevado a que diferentes personalidades, ajenas a esta guerra, se declaren ciertamente críticas y apoyen sin tapujos la causa ucraniana. Es el caso de actores como Ben Stiller y Sean Penn, los cuales acaban de entrar en una lista de 25 estadounidenses no gratos en el país de Vladimir Putin.
Ayer, el Ministerio de Relaciones Exteriores del país, anuncio una lista en la que incluía a funcionarios de alto rango, representantes de las comunidades empresariales y expertos. A priori, el ojo censor tenía puesta su mirada en el ratio más político y gubernamental. No obstante, desde el pasado 24 de febrero los actos y palabras de los dos actores de Hollywood han llevado a que estos formen parte de esa retahíla de nombres, teniendo completamente prohibido entrar en el país. De forma independiente, Ben Stiller y Sean Penn se han pronunciado en contra de la invasión del estado ruso en los últimos meses. Por un lado Stiller, representando a la ONU, pasó el Día Mundial del Refugiado (20 de junio) con algunos de estos en Polonia para más tarde, reunirse con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en Kiev y decirle “eres mi héroe. Por otra parte, Penn fue un poco más allá y filmó un documental para Vice sobre la guerra. El intérprete, ganador de dos premios de la Academia llegó a emitir un comunicado en el que decía: “Ya es un error brutal de vidas perdidas y corazones rotos, y si no cede, creo que el Sr. Putin habrá cometido el error más horrible para toda la humanidad”.
Sumados a estos dos grandes artistas de la escena cinematográfica, los otros nombres incluían a senadores de Estados Unidos como Mark Kelley, Kevin Kramer, Rick Scott, Krysten Sinema y Pat Toomey, así como funcionaros dentro de la Secretaría de Comercio como Gina Raimondo.
La administración rusa acusa a todos ellos de tener un claro pensamiento rusofóbico y les prohíbe la entrada al país. Por tanto, Ben Stiller y Sean Penn no podrán rodar sus futuras producciones en Rusia, aunque tampoco parece que tuviesen ninguna intención de hacerlo al menos, a corto plazo.
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