El jabón de Alepo es un jabón conocido desde el 2.500 a.c. como aliado de la belleza y para el cuidado de la piel, pero ¿es bueno para todo tipo de pieles? Conozcamos a continuación todos los beneficios del jabón de Alepo tanto para la belleza como el cuidado de la piel y también como prepararlo en una receta casera.
Jabón de Alepo: Beneficios para la belleza y salud de la piel y cómo hacer en casa
El jabón de Alepo es una garantía en lo que respecta a la belleza y la salud de la piel: es una mezcla totalmente natural a base de aceite de oliva y aceite de laurel cuyas proporciones pueden variar según la receta pero aún así se mantiene con esa base siempre capaz de aportar beneficios a los más diversos tipos de piel y cabello.
Jabón de Alepo ¿para todo tipo de pieles?
Pero ¿es cierto que el jabón de Alepo es apto para todo tipo de pieles?
Comencemos diciendo que este es un jabón que tiene muy pocas contraindicaciones y aunque en caso de alergias particulares, podría crear problemas, en general se adapta bien a diferentes necesidades.
La distinción radica precisamente en la presencia de aceite de laurel, un ingrediente que puede crear problemas en caso de especial sensibilidad. También es importante tener en cuenta el pH básico del jabón de Alepo , detalle que no es despreciable ya que podría llevarlo a tener una acción limpiadora demasiado agresiva. Entonces, dependiendo de las necesidades específicas de la piel, podría recomendarse un uso no diario del producto, prestando especial atención si si quisieras usarlo para el cabello o para la higiene íntima, dado que ambos son áreas particularmente delicadas.
Pero en este sentido, será importante elegir la variante de jabón de Alepo que mejor se adapte a las necesidades particulares de cada uno de nosotros y como hemos mencionado, el porcentaje de aceite de laurel presente es determinante en este caso:
-Si el jabón contiene 50% de aceite de Laurel, es específico para la limpieza de la piel y para todos los tratamientos de belleza;
-Si el porcentaje de aceite de laurel es del 30%, el jabón estará indicado para el tratamiento de inflamaciones cutáneas;
-Un porcentaje del 20% lo convierte en un cosmético específico para todo tipo de pieles;
-El aceite de laurel al 16% se recomienda para el uso terapéutico de jabón en el acné, psoriasis, dermatitis y piel seca;
-En porcentajes que varían del 10% al 2%, el jabón se vuelve específico para pieles grasas y para usos antisépticos.
Para qué es bueno el jabón de Alepo
En general, el jabón de Alepo se recomienda en el tratamiento de manchas en el rostro, acné, psoriasis, eczemas, dermatitis cutáneas y quemaduras. Además, es muy recomendado para pieles secas, rosáceas, pieles sensibles, con alergias e intolerancias a químicos industriales. De hecho, las propiedades emolientes y antiinflamatorias, antisépticas y desinfectantes de este jabón son bien conocidas.
También es de gran ayuda en el tratamiento del cabello graso y aporta brillo y volumen.
También son interesantes los diferentes usos que se le pueden dar a este jabón.
Además de limpiar el cuerpo, el rostro y el cabello, el jabón de Alepo también se puede utilizar como base para el afeitado, detergente para la ropa e incluso en el armario donde se comportará como si fueran bolas de naftalina, pero también aportará a la ropa un agradable aroma a laurel. .
Verdaderamente un producto con mil usos, por tanto, siempre y cuando sepas elegirlo y gestionarlo con mimo. Y también si sabes hacerlo de forma casera, de modo que consigas la fórmula perfecta para el cuidado de tu piel.
Receta casera de jabón de Alepo
Cuando hablamos de jabón de Alepo siempre debemos tener en cuenta que no solo estamos ante un producto completamente natural sino también artesanal.
La receta para hacer jabón de Alepo incluye algunos los siguientes ingredientes (para 100 gramos):
-14 gr de aceite de oliva.
-55 gr de aceite de hoja de laurel.
-8,6 gr de hidróxido de sodio (NaOH), también conocido como sosa cáustica (que debe además a manipularse con cuidado).
-22, 4 gr de agua mineral.
Transfiere la hoja de laurel y el aceite de oliva a un bol. En otro recipiente, vierte la sosa cáustica sólida y el agua mineral, cuidando de incorporar gradualmente la sosa al agua con una espátula (¡y no al revés!). La reacción es muy exotérmica y desprende mucho calor.
Calentar los aceites hasta 40 ° en un baño de agua. Mientras tanto, enfriar la mezcla de sosa + agua en un recipiente con agua fría hasta que alcance una temperatura de 40 °. Cuando los dos grupos de ingredientes estén a la misma temperatura, tomar los 2 tazones y verter lentamente la soda en los aceites, mezclando vigorosamente con una batidora de mano hasta obtener la traza.
Vierte inmediatamente la pasta de jabón en el molde. Cubre herméticamente tu jabón en el molde con una película plástica y envuélvelo en un paño limpio, luego deja que se endurezca durante aproximadamente 48 horas antes de desmoldar.
Desmolda y corta el jabón en 2 partes si lo deseas, luego déjalo secar durante al menos 4 semanas antes de usar. Guarda el jabón lejos de la luz y el calor, puede durar hasta 6 meses.