La Casa Blanca de Joe Biden ha anunciado este lunes un ambicioso plan para impulsar dramáticamente la energía eólica marina en Estados Unidos para el año 2030, fomentando la construcción en los próximos nueve años de proyectos en alta mar capaces de generar electricidad suficiente -30 gigavatios- para más de 10 millones de hogares estadounidenses, con el objetivo final de luchar contra el cambio climático.
“Estamos preparados para el rock-and-roll”, declaró de manera desenfadada la asesora Nacional del Clima, Gina McCarthy, que quiso dejar claro que el propósito final está centrado tanto en dotar a EE UU de energía limpia como de crear puestos de trabajo. Según McCarthy, la energía eólica producida en alta mar generará “miles de trabajos bien pagados”. “Se trata de crear empleos en el océano, en los puertos de nuestras ciudades y en nuestra nación”, enfatizó.
La Administración Biden está seriamente comprometida con que Estados Unidos contrarreste el cambio climático, promueva la energía renovable y elimine las emisiones de gases de efecto invernadero de la red eléctrica para el año 2035. Mientras que en Europa la energía eólica marina (a veces llamada offshore) lleva décadas integrada en el paisaje de alta mar de las costas europeas, en Estados Unidos la tendencia ha sido muy diferente y esa tecnología está muy poco desarrollada. En la actualidad existen tan solo dos grupúsculos, o granjas, de turbinas que operan cerca del Estado de Rhode Island y del de Virginia.
“El Presidente Biden está convencido de que tenemos una enorme oportunidad frente a nosotros”, declaró la Asesora Nacional de Clima. “Y en ninguna parte es más clara la dimensión de esa oportunidad como lo es en la energía eólica marina”, dijo McCarthy. Potencialmente, el proyecto atraerá más de 12.000 millones de dólares en inversión anual de capital y creará 44.000 trabajos directos encargados de instalar turbinas a lo largo de las costas del Este de Estados Unidos y 33.000 empleos indirectos. “Estamos hablando de la fabricación de turbinas gigantes que se fabricarán en Estados Unidos”, informó McCarthy durante el evento en la Casa Blanca. “Estamos hablando de acero y cemento que se fabrican aquí mismo. Estamos hablando de estos barcos especiales que necesitan instalar estas enormes estructuras con bandera estadounidense y construidas en puertos estadounidenses”, finalizó la asesora Nacional para el Clima.
La Casa Blanca también anunció este lunes, a través de su asesora, su intención de preparar un análisis ambiental para el proyecto conocido como Ocean Wind, frente a Nueva Jersey, lo que le convertiría en el tercer proyecto eólico marino a escala comercial en Estados Unidos. Ocean Wind, a 15 millas de la costa del sur de Nueva Jersey, podría llegar a producir cuando estuviese a pleno rendimiento unos 1.100 megavatios al año, suficientes para alimentar 500.000 hogares.
Una de las primeras propuestas que existieron sobre energía eólica producida en alta mar en Estados Unidos fue en Cape Cod, en el Estado de Massachusetts, plan que moría tras las muchas objeciones y protestas de los acaudalados residentes de la zona que consideraban que las vistas de su costa se arruinaban con las turbinas.
Este mes de marzo, la Administración de Biden daba un paso adelante a la hora de poner en marcha su plan al aprobar un informe medioambiental para la que será la primera granja a gran escala de producción de energía eólica marina en las pudientes costas de Martha’s Vineyard, también en Massachusetts. El proyecto sufrió numerosos retrasos bajo la Administración de Donald Trump, quien en numerosas ocasiones se burló de la energía eólica offshore por ser una manera muy costosa -y que además causaba la muerte de todo tipo de aves- de hacer electricidad.
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