La Administración de Joe Biden ha comenzado a revertir las políticas de Donald Trump respecto a las personas transgénero; primero, levantando el veto para su servicio en el Ejército, y ahora, restaurando las medidas de protección para evitar su discriminación en el sistema sanitario. Una nueva directriz, anunciada este lunes por el departamento de Salud, establece que las leyes federales que prohíben la discriminación de género cubren a su vez el concepto de orientación sexual y de identidad de género, un principio que había establecido el Gobierno demócrata de Barack Obama y que su sucesor republicanó enterró.
Bajo la Administración de Obama, un hospital no podía negarse a ofrecer tratamientos o cirugías de reasignación de género como, por ejemplo, una histerectomía, si ese mismo procedimiento era posible en ese centros para otras patologías. Era una de las protecciones contempladas dentro de la ley de reforma sanitaria, conocida como Obamacare. En junio de 2020 Trump lo tumbó a través de la redefinición del concepto “sexo”, emitiendo una nueva política según la cual se prohibía “la discriminación sexual de acuerdo con el significado simple de la palabra sexo como hombre o mujer y según determine la biología”, si bien un juez federal bloqueó esta directriz justo antes de que entrase en vigor.
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El significado de la palabra “sexo” se encuentra en el centro de los últimos debates jurídicos sobre los derechos LGTB. La Ley de Derechos Civiles de 1964 prohíbe la discriminación con motivo de raza la religión y el sexo, pero solo hasta hace poco el Tribunal Supremo de Estados Unidos ha recalcado que eso último, el sexo, también abarca el concepto de identidad de género y orientación sexual. Fue precisamente el pasado junio, a raíz de tres demandas de discriminación en el puesto de trabajo, dos por parte de dos hombres homosexuales y otra por parte de una mujer transgénero que habían sido despedidos.
El secretario de Salud, Xavier Becerra, explicó este lunes en un comunicado en el que anunciaba el cambio de criterio de la Administración de Biden que el “miedo a la discriminación” en el sector sanitario puede llevar a muchas personas “a renunciar a la atención médica, lo que puede tener graves consecuencias negativas para la salud”. Según su Departamento, el 25% de la población LGTBI que ha sido víctima de la discriminación ha pospuesto o evitado recibir atención sanitaria necesaria por miedo a ser nuevamente discriminados.
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