Conocido como rey de Francia y Navarra, Luis XVI nació en Versalles el 23 de agosto de 1754. Su trono, marcado por las intrigas de palacio y su fuerte oposición a los nobles, transcurrió entre reformas económicas para avitar la bancarrota del país y profundas reformas sociales que, finalmente, no pudieron llevarse a cabo por el estallido de la Revolución Francesa.
Un hombre tímido
Para mucho demasiado reservado y para otros, sin demasiadas aptitudes para ostentar el cargo de rey. Luis XVI se convirtió en príncipe de Francia con la muerte en 1765 de su padre, Luis Fernando de Borbón, Luis XV.
Desde ese momento fue preparado para llevar el reinado francés a lo más alto, algo que jamás consiguió. Se casó con la emperatriz de Austria, la conocida María Antonieta, y con 20 años se fue convertido rey en el año 1774.
Los primeros años de su reinado estuvieron marcados por sus disputas con los nobles y por su imposibilidad de tener hijos que le aseguraran una descendencia plena.
El matrimonio se consumó siete años más tarde ya que Luis XVI sufrió problemas de fimosis que le impedían mantener relaciones sexuales con su esposa. Después tendrían cuatro hijos: María Teresa, duquesa de Angulema; Luis José, delfín de Francia, aunque murió pequeño; Luis Carlos, duque de Normandia; y Sofía, que también murió a la edad de once meses.
Desacuerdos con la nobleza
Su manera de gobernar entró rápidamente en contraposición con los pensamientos de los nobles franceses que veían en Luis XVI más un enemigo que alguien que luchara por su país.
Las medidas económicas del rey no fueron bien recibidas por los nobles, a pesar de tener tres ministerios económicos que lo intentaron: Turgot, Necker y Calonne.
Los nobles no aceptaron las reformas fiscales que les ofrecían en cada una de las etapas y poco a poco se fue fraguando un sentimiento de odio al rey que acabó materializándose con la creación de la Asamblea Nacional en 1789.
Este mismo año, con las calles de Francia en plena ebullición, la Asamblea tomó la Bastilla para evitar una intervención del ejército del rey.
Guillotina
Tras la toma de la Bastilla, era cuestión de tiempo que Luis XVI fuera juzgado por la Asamblea Nacional. Se instaló en París y buscó ayuda internacional para salir de Francia.
A pesar de que, después de un intento de fuga, fue arrestado y pudo reinar con escaso poder, en 1792, la revuelta popular asaltó el palacio y encarcelaron a Luis XVI.
Juzgado como traidor a Francia, el rey fue condenado a la guillotina. El 21 de enero de 1793 Luis XVI era guillotinado en la Plaza de la Revolución. Seis meses después, su esposa, María Antonieta, seguiría la misma suerte.
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