Pero, ¿es su modelo lo que quieren los clientes?
En el verano de 2020, apareció un carrito de café verde menta en el parque McCarren de Williamsburg, cerca de la entrada de Greenpoint, justo enfrente de un Starbucks.
Era lindo y, al menos para mí, parecía ser un nuevo café independiente. Unos meses más tarde, cuando vi que la empresa matriz del carrito, Blank Street, había recaudado fondos de riesgo, no lo entendí. ¿Por qué diablos un carrito de café necesita financiación de riesgo? Incluso después de descubrir que era una cadena, las matemáticas simplemente no tenían sentido para mí. Por lo general, a los capitalistas de riesgo no parece gustarles los negocios físicos. Tampoco les gustan las empresas con muchos activos. Esto se parecía a los dos.
Pero Blank Street afirma haber descifrado el código sobre cómo hacer que una cadena de más de 65 cafeterías físicas tenga las métricas correctas para atraer a los capitalistas de riesgo. Acaban de cerrar con $ 26.8 millones nuevos en medio de un año en el que la recaudación de fondos ha caído en picada, incluso para empresas con bajos costos generales.
Blank Street fue fundada en 2020 por Vinay Menda e Issam Freiha, quienes anteriormente cofundaron Reshape Ventures. Reshape invierte en empresas tecnológicas que necesitan bienes raíces para escalar, según Crunchbase. La pareja adoptó su propia tesis para tratar de solucionar el problema de los consumidores que quieren un mejor café pero no quieren los precios más altos que normalmente se asocian con él.
Por supuesto, Blank Street no es la primera cafetería respaldada por VC. Luckin, Blue Bottle y CafeX llegaron antes. Pero para Menda y Freiha, la clave para hacer esto fue crear un modelo de negocio que se apoyara en la escala, por encima de todo lo demás.
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