En medio de la pandemia, la presidenta interina Jeanine Áñez decidió reemplazar al ministro de Economía, José Luis Parada, por el ‘número 2’ de su partido (Unión Demócrata), Oscar Ortiz, con el objetivo de reactivar las finanzas bolivianas en la cuenta regresiva a las elecciones presidenciales.
“He recibido dos instrucciones. La primera, mantener la estabilidad económica y de la moneda (…). Y la segunda, dedicarme a crear empleos; trabajaré sin descanso para cumplir ambas tareas”, dijo Ortiz, quien hasta hoy estuvo al frente de la cartera de Desarrollo Productivo, ahora liderada por José Abel Martínez.
Si bien todavía no especificó los detalles de su plan, Ortiz señaló cinco ejes para la recuperación de la economía: crédito masivo para empresas y productores; incentivos fiscales a emprendedores; inversión en obra pública; ajuste fiscal; y fomento del consumo de productos hechos en Bolivia.
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Durante el acto de posesión de sus dos nuevos ministros, Añez reconoció que que “el virus está trayendo más problemas y más desolación” y, reflotando su experiencia personal, dijo: “entiendo el sentimiento de angustia que trae una crisis económica en un hogar.
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De cara a un escenario político complicado –los números del candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, empujaron a Añez a tratar de tentar al rival de Evo Morales en las elecciones del 20 de octubre, Carlos Mesa, con una alianza política–, la presidenta interina está obligada a mejorar la economía, es especial el empleo. Ayer entró en vigencia una ley presentada por el MAS para evitar despidos durante el tiempo que dure la cuarentena.
En junio, el Banco Mundial proyectó que la economía boliviana a podría contraerse cerca de un 5,9% como resultado de la pandemia y de su fuerte exposición a las fluctuaciones de precios en el sector del gas y el petróleo.
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El país ya rompió la barrera de los 40.000 infectados por Covid-19, con 1212 casos y 42 muertes en las últimas 24 horas. Con 21.939 contagios, Santa Cruz sigue siendo el epicentro de la pandemia en Bolivia, mientras que La Paz se convirtió en la segunda región más afectada –superando a Cochabamba y Beni– con 4685 casos y 107 muertes.
En algunas regiones como Cochabamba la situación sanitaria es extrema y ya se registran casos de personas que mueren en las calles y en las puertas de los centros asistenciales con síntomas de coronavirus.
Además, sigue creciendo la lista de funcionarios con Covid-19: la ministra de Salud, Eidy Roca; el presidente del Banco Central de Bolivia, Guillermo Aponte Reyes Ortiz; el ministro de Transición de la Presidencia, Yerko Núñez, y el de Minería y Metalurgia, Jorge Fernando Oropeza, son algunos de los contagiados.
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En este contexto, el gobierno considera que es pronto para sacar las urnas a la calle –a pesar de que desde el 1 de junio habilitó a las regiones para flexibilizar las restricciones–, y la ministra Roca, propuso recientemente que sea el Comité Científico del ministerio el que decida cuándo deben realizarse las próximas elecciones generales, por ahora, pospuestas hasta el 6 de septiembre.
“Así como hay un Tribunal Supremo Electoral (TSE) independiente que debe administrar el proceso electoral con absoluta transparencia y equilibrio, también debe haber una instancia que evalúe la pertinencia médica de acudir a las urnas en una fecha u otra”, dijo la funcionaria.
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