A pesar de no haber pruebas de la efectividad del fármaco, el mandatario de Brasil aprobó su uso. “Peor que ser derrotado es la vergüenza de no haber luchado”, dijo.
Para atender los casos leves derivados de la actual pandemia, el Ministerio de Salud de Brasil estableció un nuevo protocolo para el tratamiento de la enfermad Covid-19 que abre la puerta al uso de la hidroxicloroquina, un fármaco utilizado hasta ahora para combatir la malaria.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, gana así el pulso a los detractores dentro de su propio Gobierno para utilizar un medicamento cuya eficacia aún no ha sido demostrada. Hasta ahora, dos ministros de Sanidad han dimitido en menos de un mes por sus discrepancias con el mandatario en relación a la gestión sanitaria frente a la pandemia.
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Según el nuevo protocolo, la administración de la hidroxicloroquina debe realizarse por prescripción médica y previo consentimiento del paciente, que deberá asumir con su firma que no existen garantías de resultados positivos y que no hay estudios que demuestren beneficios clínicos del fármaco.
Asimismo, el paciente también eximirá a los médicos de responsabilidades en caso de falla grave de órganos, prolongación del ingreso, incapacidad temporal o permanente e, incluso, fallecimiento.
Bolsonaro destacó en un mensaje a través de Twitter que este nuevo protocolo es una “esperanza” en la lucha contra el virus, como lo acreditan los muchos que la usaron.
Entre quienes han reconocido su consumo está el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ha dicho que toma el medicamento de forma preventiva.
– Dias difíceis. Lamentamos os que nos deixaram.
– Hoje teremos novo protocolo sobre a Cloroquina pelo @minsaude .
– Uma esperança, como relatado por muitos que a usaram.
– Que Deus abençoe o nosso Brasil. pic.twitter.com/27VAHEBp0z— Jair M. Bolsonaro (@jairbolsonaro) May 20, 2020
El presidente brasileño reconoció que no existe prueba científica de su eficacia, pero ha alegado que se utiliza en todo el mundo bajo vigilancia.
“Estamos en guerra: ‘Peor que ser derrotado es la vergüenza de no haber luchado’”, declaró Bolsonaro.
Brasil sumó el martes por primera vez más de mil fallecidos en 24 horas -en concreto mil 179- y ya acumula cerca de 18 mil muertes. El número de casos confirmados ronda ya los 272 mil, lo que sitúa al gigante sudamericano como el tercer país con más infectados del mundo, sólo por detrás de Estados Unidos y Rusia.