El presidente brasileño Jair Bolsonaro criticó el miércoles a la expresidenta chilena y actual Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, y elogió el golpe militar de 1973 en ese país.
Bachelet “olvida que su país no es Cuba gracias al valor de quienes detuvieron a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre”, escribió Bolsonaro en su página de Facebook.
El padre de Bachelet, un oficial de la fuerza aérea que se opuso al general Augusto Pinochet durante el golpe, estuvo en prisión, fue torturado y murió en cautiverio en 1974.
La cruenta dictadura de Pinochet (1973-1990) inauguró un largo periodo de violaciones a los derechos humanos y dejó un saldo oficial de 3,065 opositores muertos, incluidos más de un millar de detenidos desaparecidos, según un informe de 1991 de la Comisión de Verdad.
Bolsonaro emitió sus declaraciones en momentos en que la funcionaria de la ONU expresó preocupación por el aumento en la tasa de homicidios en Brasil a manos de la policía, así como las supuestas restricciones a las libertades civiles en la nación sudamericana.
En declaraciones desde Ginebra, Bachelet condenó el incremento de las ejecuciones a manos de la policía “en medio de un discurso público que legitima las ejecuciones sumarias” y la “ausencia de rendición de cuentas”.
Sin mencionar al presidente brasileño por su nombre, Bachelet criticó la pretensión de Bolsonaro de festejar el golpe militar de 1964 en Brasil, así como la negación de crímenes de Estado en el pasado. Tal actitud resultó en que los agentes estatales “se sientan por encima de la ley y maten sin rendir cuentas”, afirmó.
Desde Chile, el presidente Sebastián Piñera dijo que Bachelet debía fundamentar sus dichos sobre Brasil aunque rechazó las palabras que Bolsonaro dirigió hacia ella.
“No comparto en absoluto la alusión hecha por el presidente Jail Bolsonaro respecto a una expresidenta de Chile y, especialmente, en un tema tan doloroso como la muerte de su padre”.
El mismo miércoles, Bachelet sí entregó datos sobre asesinatos y violencia en Brasil.
Como parte de sus comentarios, Bolsonaro dijo que Brasil es una nación democrática y que los comentarios de Bachelet representan una interferencia en los asuntos locales.
Comparó la intromisión de la exmandataria con la que el presidente francés Emmanuel Macron hizo recientemente, cuando criticó la manera en la que Brasil ha manejado los incendios en la región amazónica y el enfoque del país hacia el cambio climático y el medio ambiente.
Bolsonaro, quien fue capitán del ejército, ha elogiado con frecuencia el régimen militar que gobernó Brasil de 1964 a 1985.
En 2014, la comisión de la verdad de Brasil determinó que por lo menos 434 personas fueron asesinadas o desaparecidas por el Estado durante la dictadura. Se calcula que entre 30,000 y 50,000 personas fueron arrestadas ilegalmente y torturadas.
En 2016, durante la votación para destituir a la presidenta Dilma Rousseff, quien fue víctima de tortura por parte del régimen militar, Bolsonaro dedicó su voto a un coronel a cargo de la unidad de tortura. “En memoria del coronel Carlos Alberto Brilhante Ustra, el terror de Dilma Rousseff, yo voto sí”, declaró Bolsonaro.
En Chile, diversos políticos manifestaron su apoyo a Bachelet, que fue elegida presidenta en dos ocasiones.
La senadora Isabel Allende, hija del presidente Salvador Allende, derrocado en el golpe de 1973, dijo que el mandatario francés tenía razón cuando dijo que “el pueblo de Brasil no merece al presidente que tiene”.