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Bolsonaro, hospitalizado en Brasil después de 10 días de hipo persistente

El presidente de Brasil, Jair Bolslonaro, el 13 de julio en Brasilia.
El presidente de Brasil, Jair Bolslonaro, el 13 de julio en Brasilia.ADRIANO MACHADO / Reuters

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue internado esta mañana en el Hospital de las Fuerzas Armadas, en Brasilia, para someterse a exámenes que determinen el origen de un hipo que lo acompaña desde hace diez días. La contracción involuntaria es una reacción a una serie de remedios que el presidente está tomando después que se hizo un implante dentario. La explicación fue dada por el mismo presidente en una live con sus seguidores la semana pasada. “Tengo hipo las 24 horas del día”, comentó. Su dicción, incluso, fue afectada por el hipo. En sus charlas públicas, entrecortaba sus hablas con los pequeños espasmos.

Según informe del Palacio del Planalto, Bolsonaro “está bien y animado”. Sin embargo, estará en observación de 24 a 48 horas, lo que puede suceder en el hospital o fuera. Por la hospitalización del presidente se canceló su agenda de este miércoles, que incluía la reunión con el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luiz Fux, y los presidentes de la Cámara y del Senado, Arthur Lira y Rodrigo Pacheco, respectivamente.

En franca campaña en contra las elecciones del próximo año, el mandatario brasileño ha estimulado una crisis política entre los tres poderes por declaraciones antidemocráticas en contra de las elecciones. Bolsonaro ha repetido, sin pruebas, que el sistema electoral adoptado en Brasil es vulnerable a fraudes. “Si no hay elecciones limpias, no habrán elecciones el año que viene”, amenazó el jueves pasado. Volvió a hacer la misma amenaza al día siguiente: “No tengo miedo de las elecciones pero solo entrego el poder a quien me gane en el voto fiable. De la forma que es hoy corremos riesgo de no tener elecciones el próximo año”, dijo el presidente.

Sus amenazas despertaron reacciones en cadena entre los presidentes del Congreso, que rechazaron públicamente las manifestaciones del mandatario con la defensa de la democracia. “Quien pretende retrocesos será identificado como enemigo de la nación”, dijo Rodrigo Pacheco, presidente del Senado. Este lunes el presidente de la Corte Suprema ya se había reunido con Bolsonaro para poner límites a sus comentarios, que incluyeron ofensas a otro ministro de la Corte, Luis Roberto Barroso, que también es presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE). Bolsonaro le dijo a sus electores que van a diario a la puerta del Palacio del Planalto que Barroso era un “imbécil” y que era del TSE de donde partían las fraudes en las elecciones.

Fux le pidió a Bolsonaro el respeto a las instituciones y a la Constitución. “Delante de los últimos hechos, debatimos lo cuanto es importante para la democracia brasileña el respeto a las instituciones y los límites impuestos por la Constitución Federal”, dijo Fux a los periodistas a la salida de la reunión con Bolsonaro este lunes. La expectativa para la reunión de este miércoles era reforzar las barreras al presidente. El mismo Barroso, a quien Bolsonaro ofendió, advirtió al presidente que sus amenazas a las elecciones configuran crimen de responsabilidad. Un impeachment puede ser justificado por un crimen de esa naturaleza.

La campaña de Bolsonaro por quebrar las reglas, incluso con la propagación de mentiras, ha despertado desconfianzas sobre la necesidad de internarse para exámenes médicos el día en que los presidentes de los tres poderes se iban a reunir. El presidente vive un momento de baja en su popularidad por un conjunto de factores: la mala gestión de la pandemia, sospechas de corrupción en la compra de vacunas contra la covid-19, y ahora sus impulsos golpistas que suben la temperatura en la capital del país cuando Brasil ya se enfrenta a demasiados problemas.

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