KABUL – Al menos ocho personas murieron y otras 54 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba cerca de un puesto policial y casas de civiles en la provincia de Herat, en el este del país, informaron este sábado las autoridades.
La fuerte explosión tuvo lugar la noche del viernes a las 21.20 horas (14.50 GMT del viernes) en el distrito policial catorce, PD-14, en una zona de población civil, indicó un funcionario del ejército de la provincia que pidió el anonimato.
“Lamentablemente en este ataque los terroristas talibanes han atacado a civiles”, añadió sin proporcionar más detalles.
El portavoz del Hospital de Herat, Rafiq Shirzai, confirmó que hasta ahora han recibido ocho muertos y 47 heridos. Entre los muertos hay un policía y siete civiles, incluidos tres niños, dos mujeres y dos hombres.
“Los heridos han sido evacuados al hospital de Herat y están en tratamiento de emergencia (…) Cinco pacientes lesionados se encuentran en estado crítico y nuestros médicos están tratando de salvarles la vida”, dijo Shirzai.
El portavoz del Ministerio del Interior, Tariq Arian, confirmó en un comunicado el mismo número de muertos, pero aumentó el número de 47 a 54 heridos. De acuerdo con Arian, al menos 14 casas de civiles fueron destruidas en la explosión que atribuyó a los talibanes.
Dos motociclistas armados abrieran fuego contra su automóvil, en un nuevo ataque selectivo en el país, el segundo en esta semana.
Los talibanes por su parte no han rechazado ni confirmado la responsabilidad del ataque.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, “condenó enérgicamente este ataque terrorista”, que pueba una vez más que la los insurgentes carecen de voluntad para “resolver la crisis actual de forma pacífica, desperdiciando la oportunidad actual de paz”, lamentó en un comunicado.
Aunque los talibanes han llevado a cabo menos atentados con coches bomba en áreas urbanas tras la firma del acuerdo de paz con Estados Unidos en febrero del año pasado en Doha, el grupo ha continuado estos ataques en áreas rurales y en las afueras de las ciudades.
Hubo maniobras de artillería y pruebas de misiles.
En el acuerdo de Doha, los combatientes prometieron reducir significativamente la violencia, particularmente sus ataques en áreas urbanas. Sin embargo, los insurgentes siguen practicando ataques violentos en el país, particularmente en forma de asesinatos selectivos en áreas urbanas.
La mayoría de las víctimas de los ataques selectivos son civiles, incluidos activistas de derechos, intelectuales y periodistas.
El aumento de la violencia se producen mientras tienen lugar en Doha las conversaciones de paz entre el Gobierno afgano y los talibanes, que comenzaron el pasado septiembre y buscan poner fin a casi dos décadas de guerra en Afganistán.