FRANJA DE GAZA — Israel mató a tres altos mandos del grupo insurgente Yihad Islámica en ataques aéreos selectivos a primera hora del martes, dijo el ejército.
Las autoridades sanitarias palestinas reportaron 13 fallecidos en total, incluyendo los comandantes, sus esposas, varios de sus hijos y otra gente que estaba cerca.
Los ataques contra zonas residenciales densamente pobladas prepararon el terreno para una nueva ronda de intensos combates.
Alcanzaron la planta superior de un edificio de apartamentos en la Ciudad de Gaza y una vivienda en la localidad sureña de Rafah. Según el ministerio palestino, 20 personas resultaron heridas y las ambulancias seguían evacuando a gente de las zonas atacadas.
Los ataques aéreos continuaron durante la madrugada, alcanzando centros de entrenamiento insurgentes, dijo Israel.
En el pasado, los grupos insurgentes palestinos de Gaza han tomado represalias por este tipo de asesinatos dirigidos.
En previsión de los posibles ataques palestinos con cohetes, el ejército israelí aconsejó a los residentes en comunidades a menos de 25 millas de la Franja que se queden cerca de los refugios antiaéreos designados.
El Ejército israelí y milicias de la Franja de Gaza intercambiaron proyectiles esta madrugada tras registrarse enfrentamientos entre fieles palestinos y la Policía de Israel en la mezquita de Al Aqsa en Jerusalén, en lo que marca el primer incidente violento de peso desde el comienzo del Ramadán.
Según el ejército, los tres hombres eran responsables del reciente lanzamiento de proyectiles hacia Israel.
Las autoridades israelíes los identificaron como Khalil Bahtini, el comandante de Yihad Islámica para el norte de la Franja de Gaza; Tareq Izzeldeen, el intermediario del grupo entre sus miembros de Gaza y Cisjordania y Jehad Ghanam, secretario del consejo militar de la organización. Se espera que sus funerales se celebren más tarde en el día.
Yihad Islámica, que tiene el respaldado de Irán y es más pequeño que Hamas, el grupo insurgente que gobierna en Gaza, confirmó que los tres altos mandos estaban entre los muertos.
El Ministerio de Salud palestino afirmó que las víctimas de la ofensiva, 13 personas en total, incluían a los comandantes, a sus esposas, a varios de sus hijos y a otras personas que se encontraban cerca.
La delegación diplomática de Rusia en Ramala, Cisjordania, dijo que uno de los fallecidos, Jamal Khaswan, era ciudadano ruso, y agregó que su esposa y su hijo también perdieron la vida en el ataque. Khaswan era dentista y vivía en un piso inferior al de Izzeldeen en la Ciudad de Gaza.
Ocurrió durante una incursión en la ciudad de Nablus, en Cisjordania.
El operativo israelí fue condenado por el primer ministro palestino, Mohammed Shtayyeh, y por el gobierno egipcio, que suele interceder entre Israel y la insurgencia palestina en el enclave costero.
Dawood Shahab, un responsable de Yihad Islámica, dijo que el ataque recibiría una “respuesta palestina unificada” en el momento y lugar de su elección.
El líder de Hamas, Ismail Haniyeh, advirtió que Israel “pagará el precio” de las muertes. “Asesinar a los líderes con una operación traicionera no llevará seguridad al ocupante, sino más resistencia”, afirmó Haniyeh en un comunicado.
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, dijo a líderes municipales en el sur de Israel que “debemos prepararnos para cualquier eventualidad, incluyendo para una larga campaña y disparos de amplio rango”, indicó su oficina.
Jalil Awawdeh, un palestino encarcelado por Israel sin cargos ni juicio, superó hoy 180 días en huelga de hambre en un estado de salud muy crítico.
Los ataques aéreos se produjeron en un momento de gran tensión entre Israel y la insurgencia en la Franja. Están relacionados, en parte, con la creciente violencia en la Cisjordania ocupada, donde Israel realiza desde hace meses redadas casi diarias para arrestar a palestinos sospechosos de planear o perpetrar ataques contra israelíes.
La semana pasada, insurgentes en Gaza dispararon varias salvas de cohetes hacia el sur de Israel y el ejército respondió con ataques aéreos luego del deceso de un alto miembro de Yihad Islámica que estaba en huelga de hambre bajo custodia israelí. La confrontación terminó con un frágil alto el fuego mediado por Egipto, Naciones Unidas y Qatar.
Israel sostiene que sus incursiones en Cisjordania buscan desmantelar redes insurgentes y frustrar futuros ataques, pero los palestinos las consideran como un afianzamiento de la ocupación israelí, que dura ya 56 años, de las tierras que quieren para su futuro estado.
En lo que va de año, 105 palestinos, de los cuales alrededor de la mitad eran insurgentes o presuntos agresores, han muerto por fuego israelí en este 2023 en Cisjordania y Jerusalén Este, según un conteo de The Associated Press. Al menos 20 personas perdieron la vida en ataques palestinos en Israel en el mismo periodo.
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