Un atentado de los talibanes contra la cúpula del gobierno de la insegura provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, causó al menos tres muertos y 31 heridos, entre ellos varios miembros de las autoridades locales y otros civiles que asistían en un estadio a la celebración del Día de los Campesinos.
El atentado, en el que se produjeron dos explosiones, tuvo lugar hacia las 10 a.m. hora local de este sábado, en un estadio de Lashkargah, capital de Helmand, escribió en su cuenta de Twitter el portavoz del Ministerio de Interior afgano, Nasrat Rahimi.
“De acuerdo con la información inicial, tres personas murieron y otras 31 resultaron heridas, aunque el número de víctimas aún no es definitivo”, añadió el portavoz.
El gobierno de Helmand detalló en un comunicado posterior que las víctimas, entre ellas numerosas autoridades locales, se produjeron tras “la explosión consecutiva de dos minas” antipersona.
Entre los muertos, anotaron, está el director del Departamento Económico de Helmand, Mohammad Khan Nasrat, y entre los heridos se encuentran el máximo responsable provincial del Departamento de Cultura e Información, Hameedullah Weyar, el de Agricultura, Zalmai Alko, y otros altos funcionarios del Gobierno provincial.
“El gobernador de Helmand resultó ileso”, concretó el comunicado, después de que informaciones iniciales aseguraran que había resultado herido.
El atentado se registró durante la celebración del Día de los Campesinos en el estadio deportivo, al que habían acudido numerosos granjeros acompañados de niños para mostrar sus productos, dijo el presidente del consejo provincial, Attaullah Afghan.
“Los terroristas son enemigos de la felicidad y el desarrollo del país, por lo que para generar miedo atacan siempre instituciones civiles, ceremonias, eventos y lugares públicos, ocultando así sus derrotas en el campo de batalla”, sentenció la oficina del Palacio Presidencial en un comunicado.
Los talibanes reivindicaron el atentado a través de su portavoz Qari Yusuf Ahmadi, que aseguró que el ataque estaba dirigido contra las autoridades locales, entre las que hay varios muertos y heridos.
“Ningún civil resultó herido, porque (…) las explosiones tuvieron lugar en el área de las autoridades, donde a los civiles no se les permite el paso”, subrayó el portavoz en el comunicado.
Helmand es una de las provincias más inseguras de Afganistán, en la que los atentados o ataques a objetivos militares o institucionales son frecuentes.
Este mes, un ataque a una base militar en Helmand causó la muerte de, al menos, cinco miembros de las fuerzas de seguridad y veinte talibanes, tras casi diecisiete horas de enfrentamientos.
De acuerdo con datos del inspector especial general para la Reconstrucción de Afganistán (SIGAR) del Congreso de Estados Unidos, Helmand es una de las provincias afganas en la que los insurgentes controlan más territorio, en concreto nueve de sus 14 distritos.
Tras casi 17 años de conflicto armado, el gobierno afgano domina alrededor de un 55% del territorio de Afganistán, y los talibanes en torno al 11%, mientras que el resto del territorio está en disputa, según los últimos datos del SIGAR publicados en enero.