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Boris Johnson provoca indignación al comparar la resistencia de Ucrania con la votación del Brexit


Boris Johnson no pierde nunca una oportunidad de meter el pie en el barro, sobre todo cuando sus zapatos están más limpios. Su actitud, resolución y comportamiento en la escena internacional durante la crisis de Ucrania había logrado, en las últimas semanas, una rara sensación de unidad nacional entre los británicos, y la convicción de que todo el escándalo de las fiestas prohibidas en Downing Street durante el confinamiento había quedado, temporalmente, atrás. Este sábado, el primer ministro provocó que emergieran de nuevo las divisiones que han marcado el día a día político del Reino Unido en los últimos ocho años, al comparar la heroica resistencia de los ucranios frente a la invasión rusa con la votación del Brexit en 2016. “Sé que el instinto de los ciudadanos de este país, como el del pueblo de Ucrania, es escoger siempre la libertad”, decía Johnson en un acto del Partido Conservador, este sábado en Blackpool. “Puedo daros un par de ejemplos. Cuando los británicos votaron mayoritariamente a favor del Brexit, no creo que respondiera ni remotamente a una hostilidad hacia los extranjeros. Era porque querían ser libres para hacer las cosas de un modo diferente y poder controlar su propio país”.

Entre los asistentes en el auditorio estaba el embajador de Ucrania ante el Reino Unido, Vadym Prystaiko, quien mantuvo la compostura ante una afirmación que logró irritar a numerosos miembros del Partido Conservador. “Si queremos derrotar a Putin, necesitamos liderazgo internacional y unidad”, reprochaba al primer ministro Tobias Ellwood, diputado conservador y presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara de los Comunes. “Comparar la lucha del pueblo ucranio contra la tiranía de Putin con el referéndum del Brexit daña el nivel de alta política de Estado que estábamos comenzando a mostrar”, denunciaba Ellwood.

La paradoja del intento de Johnson de vincular ambas cosas reside especialmente en el hecho de que el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, no ha dejado de pedir a la UE que acepte la integración de su país en el club, precisamente para anclar de un modo más firme su vínculo con Occidente. “Aún recuerdo lo contento que se puso Putin cuando ganaron los partidarios del Brexit en el referéndum”, ha dicho Donald Tusk, quien fuera presidente del Consejo Europeo en esa época, y que ha expresado su malestar por las palabras de Johnson.

“Boris Johnson es una vergüenza nacional. Sus payasadas contrastan con el valiente liderazgo demostrado por Zelenski. Comparar a las mujeres y niños que huyen de las bombas con el referéndum es un insulto a todos los ucranios”, ha dicho Ed Davey, el líder de los liberales demócratas británicos.

Johnson quiere rescatar el espíritu del Brexit, y las supuestas oportunidades que esa decisión iba a brindar al país, para afrontar la recta final hacia las elecciones generales de 2023. La crisis energética, la escasez en la cadena de suministros y el bloqueo de la situación en Irlanda del Norte, donde partes importantes del protocolo acordado con la UE permanecen sin aplicar, han volcado un manto de desencanto y apatía en la era pos-Brexit.

Guy Verhofstadt, el ex primer ministro belga que coordinó la respuesta al Brexit del Parlamento Europeo, ha sintetizado su opinión sobre las palabras del primer ministro británico de forma contundente: “La comparación de Johnson con la valerosa lucha de Ucrania es sencillamente una locura”, ha dicho.

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