El alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, responsabilizó hoy a Israel de haber cometido la matanza de 112 palestinos en Gaza cuando asistían a un reparto de comida, y aseguró que “los disparos de soldados israelíes contra civiles que intentan acceder a alimentos son injustificables”.
El jefe de la diplomacia europea no sólo reclamó una “investigación internacional imparcial sobre este trágico suceso”, sino que fue un paso más allá al afirmar, en un comunicado, que “la responsabilidad de este incidente recae en las restricciones impuestas por el Ejército israelí” para la entrada y la distribución de ayuda humanitaria en Gaza.
Según Borrell, muchos de los civiles que murieron cuando intentaban conseguir los alimentos que transportaba un convoy humanitario fueron “víctimas del fuego israelí durante la estampida que siguió” a este suceso, que tuvo lugar este jueves en el norte de la Franja de Gaza.
A su juicio, es responsabilidad de Israel “cumplir las normas del derecho internacional y proteger la distribución de ayuda humanitaria a las poblaciones civiles”.
Sin embargo, el dirigente comunitario también considera corresponsables de esta tragedia “las obstrucciones por parte de extremistas violentos al suministro de ayuda humanitaria”, sin mencionar explícitamente de quiénes se trata.
Este gravísimo incidente revela que las restricciones a la entrada de asistencia humanitaria contribuyen a crear escasez, hambre y enfermedades, pero también un nivel de desesperación que genera violencia.
El jefe de la diplomacia europea auguró un “caos total que hará imposible la distribución de ayuda humanitaria” si no cesan los combates entre Israel y Hamás y persiste “el desprecio al derecho internacional humanitario”.
Borrell reclamó a Israel que elimine las restricciones para la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y permita el acceso humanitario “libre, sin obstáculos y seguro” a través de todos los puntos fronterizos con la Franja.
Instamos a Israel a eliminar inmediatamente los obstáculos en el cruce de Kerem Shalom y abrir el acceso en el norte en los cruces de Karni y Erez, abrir el puerto de Ashdod a la ayuda humanitaria y permitir un corredor humanitario directo desde Jordania.
En su opinión, los lanzamientos aéreos de comida o productos esenciales “deberían ser la solución de último recurso”, ya que “su impacto es mínimo y no está exento de riesgos para los civiles”.
Borrell insistió en la necesidad de un alto al fuego en la Franja para permitir la entrega a gran escala de ayuda humanitaria y proteger a los civiles.
Ya son más de 30 mil los fallecidos, en su mayoría mujeres y niños, en la guerra en Gaza iniciada el 7 de octubre a raíz de los ataques de Hamás contra Israel, en los que el grupo islamista mató a unas mil 200 personas y secuestró a más de 200.
(Con información de EFE)
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