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Brahim Díaz: “Me gusta la fantasía que desconcierta a los defensas”



PreviaDirectoCrónica

Brahim Díaz (Málaga; 22 años) vuelve este miércoles a Madrid, pero con la camiseta del Milan, donde ha explotado en su segunda temporada cedido por el Real Madrid. Junto con Ibrahimovic y Leão, es el futbolista que más peligro genera de un equipo que, pese a tener solo un punto en la Champions, aún conserva opciones de avanzar a la siguiente ronda. Antes de medirse al Atlético en el Metropolitano (21.00, Movistar Liga de Campeones), Brahim habla a través de videoconferencia desde la ciudad deportiva de Milanello días después de la primera llamada de Luis Enrique con la selección.

Pregunta. El seleccionador le incluyó en la última lista, pero también dijo que su posición, la mediapunta, no existía en su sistema. Hace tiempo que Tampoco aparece en el del Madrid. ¿Están pasados de moda los mediapuntas?

Respuesta. No creo que se esté perdiendo ese tipo de jugadores, ni mucho menos. Hay muchos que juegan en esa posición. Soy un jugador que lo hace muy bien entre líneas, de mediapunta, pero también en un 4-3-3 normal, tanto en banda, como de falso nueve…

P. Aunque no es el futbolista más grande (1,71m), le gusta moverse en esa zona caliente, donde hay poco espacio, empujones… ¿Es donde mejor se encuentra?

R. Yo me encuentro cómodo donde me pongan…

P. Pero es ahí hacia donde tiende a ir…

R. Sí, tengo la suerte de que puedo utilizar las dos piernas, me puedo girar tanto para un lado como para otro. Me manejo muy bien en esa zona. Es una zona donde hay muchos jugadores, muy poco espacio. Pero en esa zona se crea mucho peligro. No solo a los defensas, no solo cuando recibes la pelota. No saben si salir porque pueden dejar espacio a la espalda. Si salen a lo mejor dejan solo al delantero para poder correr a la espalda. Y si no salen, pues tengo la facilidad de girarme y atacarle al uno contra uno. Incluso con algunos movimientos de jugadores, hay espacios al otro lado. Es una posición que a los defensas, y también a los seis, les cuesta mucho de marcar.

P. ¿El desconcierto es una oportunidad para la imaginación?

R. Me gusta imaginar, me gusta tener esa fantasía que desconcierta a los defensas. Es un punto muy bueno en el fútbol. Que los rivales no sepan qué hacer produce más espacios, para uno mismo o para los compañeros.

P. A menudo, cuando recibe, con la pelota también le llega un choque. Algunos, como Grealish o Hazard, lo usan para empezar la acción. ¿Usted también?

R. Recibir el contacto te hace girarte para un lado o para otro, saber dónde está el rival. Es un punto de referencia. Me gusta ese contacto. No es que sea un jugador fuerte, pero sí soy rápido en esa situación. Al tener el tren inferior tan bajo, como los defensas suelen ser altos, cuando uno se gira y es tan hábil, les cuesta más girarse y saber dónde está el rival.

P. Dice que es una ventaja poder girarse para un lado u otro. Es difícil saber si usted es diestro o zurdo. ¿Es algo aprendido?

R. Es natural. Siempre he jugado tanto con la izquierda como con la derecha, he tenido esa fortuna, que yo recuerde.

P. No fue que le obligara su padre, por ejemplo.

R. No, no. Mi padre me ponía a entrenarlo. Ha sido para mí un gran entrenador, aparte de padre. Me ha hecho ser mejor no solo como persona, sino en el fútbol también. Pero por lo que él me ha dicho es algo natural. Aunque uno practica mucho. Con 12 años, tuve un entrenador que nos ponía una calceta blanca y otra negra. La blanca era la pierna buena y la negra, o azul oscuro, la mala. De repente decía: “Solo jugamos con la azul oscuro”. Y había que jugar con ella. Y decía: “¿Pero tú te has cambiado las calcetas y te has puesto la mala en la buena y la buena en la mala o qué?”.

P. ¿Con las manos es igual?

R. Cuando escribo es solo con una, no he practicado con la izquierda. Soy diestro.

P. Hay cosas en su juego que evocan al fútbol callejero. ¿Tuvo mucha calle de niño?

R. Sí, he jugado bastante en la calle con los amigos, casi todos mayores. Cuando terminaba un entreno, o el colegio, intentaba coger una pelota. De ahí esa pillería.

P. ¿Cómo se lo tomaban los mayores?

R. Los mayores más de una vez se picaban. De pequeño también me ha gustado mucho el fútbol sala. En espacios reducidos, el fútbol sala te da algo muy bueno, que es el pensar rápido, o incluso hacer cosas diferentes: la pisada, bicicletas… otro fútbol. En el barrio había un campo, así que siempre estábamos ahí dándole.

P. Con ese espíritu juguetón, ¿qué prefiere, un caño o un gol?

R. Me gusta ver disfrutar a la gente. Creo que al fútbol van a disfrutar, a ver cosas que les gusten, de ese tipo: un caño… Pero evidentemente prefiero un gol, porque ayuda al equipo y el fútbol se trata de ganar los tres puntos. Pero no se puede perder esa magia que han tenido tantos jugadores grandes, que van a verlos y pagan por ello, por lo que hace disfrutar: el sombrero, la ruleta, el caño, la bicicleta…

P. Con 14 años deja Málaga y con toda la familia se va a Mánchester, fichado por el City. ¿Le pesó la responsabilidad?

R. La familia me ayudó mucho. Es lo más importante que tengo en la vida, la familia. No he sentido el peso, solo que tenía que seguir disfrutando del fútbol, que había logrado algo muy bueno.

P. ¿En algún momento dejó de ser divertido?

R. Nunca dejó de ser divertido. Siempre he disfrutado del fútbol. Hablar de fútbol es mi pasión.

P. ¿Es de los que sigue viendo fútbol cuando llega a casa?

R. Me gusta ver fútbol. En mi casa, incluso con mis hermanas [tiene cuatro], que son pequeñas, hablo de fútbol. Les gusta hablar de fútbol, y me dicen: “Oye, te ha faltado esto…”. Me encanta. En mi casa se respira fútbol.

P. ¿Qué le gustaría tener de su compañero Ibrahimovic?

R. Muchas cosas. Me gustaría tener su capacidad de gol, su capacidad de entender el fútbol. Eso lo ha ganado con la experiencia. El dar tan buenos consejos. Saber dónde va a llegar la pelota para empujarla. Tener ese timing con la pelota y sin ella. Es muy completo, pero en el área es donde hace mucho daño, es imprevisible. Puede marcar de chilena, o hacer un recorte como aquel del Ajax.

P. Dice que da buenos consejos. ¿Cuál le ha dado?

R. Me ha dicho que tenga esa personalidad que tengo, que sea como yo soy, que disfrute y que así haré cosas grandes. Viniendo de una leyenda como Ibra…

P. También ha tenido entrenadores leyenda. ¿Qué recordará de Guardiola o de Zidane?

R. De Guardiola, leer los espacios, saber cuándo te viene el rival para dejar de cara, descargar, perfilarte bien, el trabajo cuando pierdes la pelota para recuperarla rápido, porque con posesión corres menos… Todo eso. Pero no solo con Guardiola. Con Zidane y con Pioli [técnico del Milan] también es lo mismo. Igual aquí he aprendido a defender mejor o a colocarme mejor.

P. Visitan al Atlético en una situación muy difícil.

R. Somos el Milan, un equipo muy bueno, y matemáticamente podemos entrar… No hemos tenido ese punto de fortuna en la Champions, aunque hemos jugado bastante bien. En Anfield fue difícil la primera parte, pero nos pusimos 1-2, y luego esos dos goles que nos meten… el 3-2… Aquí contra el Atlético hicimos un partido increíble, y los dos goles vinieron al final (1-2). Vamos a ir allí a jugar nuestro juego y a ganar.

P. ¿Le da tiempo a pensar en el Madrid?

R. Ahora estoy en el Milan, centrado en el Milan y quiero dar lo máximo aquí. Les sigo desde lejos, pero ahora estoy aquí, estoy disfrutando mucho lo que me gusta, que es jugar al fútbol en un gran club como el Milan.

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