Brasil registró hoy 34.918 nuevos casos positivos por coronavirus en las últimas 24 horas, por lo que el total de infectados llegó a 923.189, mientras que la cifra de fallecidos en un día fue de 1.282 personas y la cantidad de decesos llegó a 45.241, según informó el Ministerio de Salud de ese país.
De esa manera, en caso de seguir avanzando en un promedio similar, el viernes Brasil tendrá más de un millón de contagiados por el Covid-19.
El país se mantiene segundo tanto en cantidad de fallecidos como en la de infectados, achicando la brecha que lo separa de los Estados Unidos, aunque aún lejos de los números que tiene la nación norteamericana.
De todas maneras, como en Brasil no creen en las cifras que dan a conocer los funcionarios de Jair Bolsonaro se armó un reporte paralelo por parte del consorcio de medios del país.
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En este recuento, la cantidad de nuevos enfermos confirmados por Covid-19 son 37.278, por lo que formaría un nuevo récord y acumula así 928.834 casos, mientras que las muertes en un día fueron 1.338, lo que llevó el total a 45.456.
La Universidad PUC de Río de Janeiro estimó que a finales de mes la cantidad de contagios en ese país será más de 1,3 millones, mientras que las muertes superarán las 60.000.
San Pablo, el estado más afectado por la pandemia, registró otro récord con la cifra más alta de muertes desde su inicio, ya que confirmó 365, 31 decesos más que el pasado martes, cuando tuvo lugar el récord anterior.
Más allá de los números, los récords y las estadísticas, Brasil parece no alarmarse y tanto San Pablo como Río De Janeiro -el segundo más afectado- comenzaron a flexibilizar medidas en los últimos días. En ese sentido, el pasado jueves reabrieron sus comercios y centros comerciales, decisión que generó un aluvión de críticas de especialistas y científicos, quienes alertan de que el país solo deberá alcanzar el pico de la curva de contagio en julio.
Reducción de la jornada laboral y los salarios, y Río anuncia la vuelta del fútbol sin público
El Congreso de Brasil sancionó en la noche del martes una ley que permite la reducción de la jornada laboral y de los salarios, así como la suspensión temporal de trabajadores, mientras dure la pandemia de coronavirus.
Mientras tanto, el alcalde de Río de Janeiro, Marcelo Crivella, anunció el retorno de los partidos de fútbol sin público en la ciudad y anticipó que el presidente Jair Bolsonaro quiere asistir este jueves a uno de ellos.
Ambas noticias se conocieron el mismo día en que Brasil -segundo país con más casos confirmados y muertes por coronavirus en todo el mundo- superó los 923.000 contagios y las 45.000 defunciones.
El proyecto laboral, considerado esencial por el gobierno, que espera que le permita un ahorro de poco más de 2.000 millones de dólares, fue sancionado esta noche por el Senado y girado a Bolsonaro para su promulgación.
El texto de la ley prevé reducciones de la jornada laboral de entre 25% y 70%, recortes salariales proporcionales y la posibilidad de suspender por dos meses el contrato de trabajo con seguro de desempleo, según la agencia de noticias Europa Press.
Más temprano, Crivella anunció la vuelta de los partidos de fútbol sin público en Río de Janeiro como parte de la flexibilización de las restricciones por la pandemia, y dijo que Bolsonaro quiere asistir el jueves al encuentro entre Bangú y Flamengo por el campeonato carioca.
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