Es inminente la salida del ministro de Educación Abraham Weintraub del gabinete de gobierno brasileño, luego de que participara ayer en protestas a favor del presidente Jair Bolsonaro y usara el término “vagabundos” para referirse sin nombrarlos expresamente a los jueces del Supremo Tribunal Federal (STF), tal como lo había hecho ya a fin de abril.
Xinhua
Funcionarios del gobierno explicaron que la salida de Weintraub será un gesto de pacificación hacia el STF, tras varios entredichos, y señalaron que Bolsonaro le está buscando una salida digna a Weintraub -quien es muy popular en el ala más leal al bolsonarismo- ya sea una legación diplomática en el exterior u otro cargo en el gobierno, citó Folha.
Desde mayo, tanto la cumbre militar como el ala técnica del gobierno tratan de convencer a Bolsonaro de que la salida de Weintraub es necesaria para enfriar el clima de beligerancia entre los poderes. E incluso, los magistrados del STF creen que el ministro de Educación podría terminar en la cárcel si sigue atacando a las instituciones, como viene haciendo en las últimas semanas.
Bolsonaro y los militares
En todo caso, esto se enmarca en la escalada de la crisis institucional en Brasil, en la que el sábado Bolsonaro advirtió a la Corte Suprema diciéndole que las Fuerzas Armadas “no cumplen órdenes absurdas” y dando a entender que los jefes militares no aceptarán resultados de un eventual juicio político que lo pueda destituir del cargo.
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Lo hizo secundado por el vicepresidente de Brasil, general retirado Hamilton Mourao, y el ministro de Defensa, Fernando Azevedo, y en respuesta a un fallo del STF que sosuvo que las FFAA no son un poder “moderador” ante un conflicto de poderes.
Mourao apuntó que los medios de comunicación trataron de forma “prejuiciosa” en los últimos días a las FFAA “con ojos de un pasado que no vuelve más”, en una supuesta referencia al golpe de Estado de 1964 que instaló una dictadura hasta 1985. El poder ejecutivo tiene a dos generales en actividad en cargos ejecutivos: Eduardo Pazuello, ministro de Salud, y Luiz Eduardo Ramos, ministro de la Secretaría de Gobierno.
Detienen a líder ultraderechista
Por otra parte y a pedido del STF, la Policía Federal de Brasil activó hoy varios allanamientos para detener a seis militantes del grupo armado ultraderechista “300 do Brasil” por realizar supuestos actos antidemocráticos.
Una de los detenidos es la famosa militante Sara Winter -cuyo nombre es Sara Girom pero adoptó ‘Winter’ en honor a una militante de la Unión Británica Fascista muerta en 1944- que hace un mes encabezó un acampe armado en la Plaza de los Tres Poderes, vecina al Superior Tribunal Federal, a la Cancillería y a la sede del gobierno federal, el Palacio del Planalto.
Las detenciones, ordenadas por el ministro Alexander de Moraes del STF, responden al pedido del Ministerio Público General para detener a los ultraderechistas y esclarecer si la recaudación de fondos que anunció ese movimiento incumple la ley de Seguridad Nacional y esclarecer si hubo “actos contra el régimen democrático” por parte de ciudadanos, lo que incluyea Winter, pero también a diputados federales, algo que habilita la intervención del Tribunal Superior.
Por otra parte, el sábado a la noche, miembros de “300 do Brasil” atacaron con fuegos artificiales la sede del STF, lo que derivó en un pedido de investigación, en manos del Fiscal General, por parte del presidente del máximo tribunal Dias Toffoli. También el sábado, la Policía Federal desalojó el acampamento de los ultraderechistas, que derivó en una reacción de los militantes que ingresaron al predio del Congreso.
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