La cifra de muertos en Brasil por el Covid-19 superaría los 500,000 este sábado, mientras los expertos advierten que el segundo brote más mortífero del mundo puede empeorar debido al retraso en la vacunación y a la negativa del gobierno a respaldar las medidas de distanciamiento social.
Sólo el 11% de los brasileños se ha vacunado completamente y los epidemiólogos advierten que, con la llegada del invierno al hemisferio sur y la circulación de nuevas variantes del coronavirus, las muertes seguirán aumentando aunque las inmunizaciones ganen fuerza.
Brasil ha registrado 498,499 muertes de 17,801,462 casos confirmados de Covid-19, según los datos del Ministerio de Salud del viernes, la peor cifra oficial de fallecimientos fuera de Estados Unidos. Durante la última semana, Brasil ha registrado un promedio de 2,000 muertes al día.
El Covid-19 sigue devastando los países de la región. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó de 1,1 millones de nuevos casos positivos al virus y 31,000 muertes en América la semana pasada. La OPS señaló repuntes en seis estados mexicanos, Belice, Guatemala, Panamá y algunos lugares del Caribe.
La OPS advirtió que la situación del Covid-19 en Colombia está en su peor momento, con las camas de las unidades de cuidados intensivos llenas en las principales ciudades.
Los expertos prevén que el número de víctimas en Brasil, que ya es el más alto de América Latina, aumente mucho más.
“Creo que vamos a llegar a 700,000 u 800,000 muertes antes de que podamos ver los efectos de la vacunación“, dijo Gonzalo Vecina, ex jefe del regulador sanitario brasileño Anvisa, prediciendo una aceleración a corto plazo de las muertes.
“Estamos experimentando la llegada de estas nuevas variantes, y la variante india nos hará entrar en un bucle“, enfatizó.
Vecina criticó el manejo de la pandemia por parte del presidente de derecha Jair Bolsonaro, incluyendo la falta de una respuesta nacional coordinada y su escepticismo hacia las vacunas, los confinamientos y los requisitos de uso de mascarillas, que ha tratado de flexibilizar.
Raphael Guimaraes, investigador del centro biomédico brasileño Fiocruz, dijo que los retrasos en el programa de vacunación en la nación más poblada de América Latina significaban que sus efectos completos no se sentirían hasta septiembre o más tarde.
Guimaraes advirtió que Brasil podría volver a ver escenas de lo peor de su pico de marzo-abril, cuando el país promedió 3,000 muertes por día.
“Seguimos en una situación extremadamente crítica, con tasas de transmisión muy elevadas y una ocupación de camas hospitalarias que sigue siendo crítica en muchos lugares”, dijo.
Esta semana, los nuevos casos confirmados en Brasil se han acelerado hasta superar los 70,000 diarios en promedio, superando a India como país con más casos del mundo.
La vacunación será crucial para vencer al virus en Brasil, ya que el país no ha logrado un consenso sobre el distanciamiento social y las mascarilla, dijo Ester Sabino, epidemióloga de la Universidad de Sao Paulo.
“Realmente necesitamos aumentar la vacunación muy rápidamente”, dijo.
Sin embargo, la evidencia de la vecina Chile, que al igual que Brasil ha confiado abrumadoramente en una vacuna desarrollada por la china Sinovac Biotech, sugiere que pueden pasar meses antes de que la inmunización masiva frene efectivamente la transmisión.
Casi la mitad de los chilenos han sido vacunados, pero su capital, Santiago, acaba de volver a ser confinada en medio de un fuerte aumento de casos.
Brasil necesitará inocular a unos 80 millones de personas para alcanzar los actuales niveles de vacunación per cápita de Chile.
Eso requerirá un suministro más consistente de vacunas e ingredientes en Brasil, que han sido irregulares en los últimos meses, ya que las importaciones de China se retrasaron después de que Bolsonaro se enemistara con Pekín.
Con información de Reuters
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