Miles de muertes podrían haberse evitado si el gobierno brasileño hubiera adoptado una respuesta adecuada y coordinada contra el Covid-19, dijo el jueves Médicos Sin Fronteras (MSF), mientras hizo un llamado para que el país reconozca la gravedad de la crisis e imponga medidas a nivel nacional para prevenir más muertes evitables.
“Las autoridades brasileñas se desmarcaron de la propagación sin control del Covid-19 el año pasado. Su negativa a adoptar medidas de salud pública basadas en la evidencia provocó la muerte prematura de muchas personas”, dijo el presidente internacional de MSF, el médico Christos Christou, en un comunicado.
“La respuesta en Brasil necesita una redefinición urgente, basada en la ciencia y bien coordinada para prevenir más muertes evitables y la destrucción del otrora prestigioso sistema sanitario brasileño”, afirmó Christou.
Según la organización, la “falta de respuesta frente al Covid-19 ha llevado a Brasil a una catástrofe humanitaria“.
Brasil es el segundo país con el mayor número de muertes por Covid-19, por detrás de Estados Unidos, pero actualmente la nación lidera la media diaria de nuevos decesos, siendo responsable por una de cada cuatro víctimas fatales al día por la enfermedad en todo el mundo, según una encuesta de Reuters.
Hasta hace poco, el país también registraba el mayor número de nuevos casos por día en el mundo, siendo superado ahora por India debido a una grave segunda ola en el país asiático. En cuanto al número total de casos confirmados, Brasil ocupa el tercer lugar a nivel mundial, por detrás de India y Estados Unidos.
La semana pasada, la Organización Mundial de la Salud (OMS) también llamó la atención sobre la situación en Brasil y afirmó que el país se enfrenta a un “infierno furioso de un brote” de la pandemia del Covid-19 y que la situación requiere que la población cumpla con las medidas de salud pública que han sido comprobadas para frenar el virus.
Desde el inicio de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro ha criticado las medidas de distanciamiento social recomendadas por los especialistas para contener la propagación del virus, diciendo que el efecto secundario no puede ser peor que la propia enfermedad, que ya describió como una “pequeña gripe”.
El presidente ha estado librando una batalla con los gobernadores y alcaldes que han impuesto restricciones a la circulación de personas y el cierre de actividades ante el colapso de sus sistemas de salud, incluyendo la presentación de requerimientos ante el Supremo Tribunal Federal (STF) contra los decretos estatales.
Bolsonaro dijo el miércoles que espera “una señal” de la población para “tomar medidas” contra las medidas de restricción de movimiento aplicado por los gobernadores para controlar la pandemia del Covid-19.
Con información de Reuters y Médicos Sin Fronteras
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