La Conagua reconoce que el agua fue un elemento fundamental para combatir las pandemias de cólera en 1992, la de influenza AH1N1 de 2009 y también juega un papel central para enfrentar al coronavirus.
La pandemia de Covid-19 evidenció que, aunque México elevó a rango constitucional el derecho humano al agua en 2012, más de 10 millones de personas de bajos ingresos carecen de acceso al líquido que resulta un elemento central para garantizar el lavado constante de manos.
En el informe “Reflexiones derivadas del coronavirus”, elaborado por el Programa Hidrológico Internacional-Sección México, que es encabezado por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se enfatiza que el elemento central para evitar la propagación de la pandemia, es la higiene personal y el lavado constante de manos con agua y jabón.
Pero cumplir con esa recomendación se dificulta cuando las personas no tienen acceso a las redes de agua potable, reconoce.
Tan sólo en México, señala, más de 10 millones de personas de bajos ingresos carecen de acceso a sistemas mejorados de agua y son, en su mayoría, habitantes del medio rural y de zonas periurbanas.
“En situación vulnerable se encuentra también más del 50 por ciento de las familias que están conectadas a las redes de distribución de agua, pero no la reciben todos los días y la calidad del agua no cumple con las normas de salud. Este acceso deficiente en cantidad y calidad produce inseguridad hídrica y es potencialmente fuente de enfermedad para millones de familias pobres que reciben agua fuera de norma y a las cuales se les complica prevenir el contagio”, admite la dependencia.
El agua fue un elemento fundamental para combatir la pandemia de cólera en 1992, la de influenza AH1N1 de 2009 y también juega un papel central en el combate a Covid-19, afirma.
No obstante, evidencia que la preparación para esta pandemia fue insuficiente porque se ha evitado disponer de los recursos necesarios para construir un sistema robusto de salud global.
México ha elevado a rango constitucional el derecho humano al agua pero en la práctica, expone que estas medidas son intrascendentes, como lo demuestra la disminución en las inversiones dedicadas al cumplimiento de estas metas.
“Las acciones se postergan y, como consecuencia, los servicios se deterioran en perjuicio de los más pobres”, agrega.
Blanca Jiménez Cisneros, directora de la Conagua, explicó en videoconferencia que las causas de lo anterior son multifactoriales, más que la sola falta de atención por parte del sector hídrico.
Por ejemplo, describió que en muchas ocasiones, la comunidad o autoridad local sí tiene la infraestructura para el servicio, pero no para la operación, por falta de recursos económicos para sufragar los gastos, en particular los costos de la energía eléctrica.
Durante un conversatorio conjunto Conagua-Unesco se urgió a colocar el tema del agua en el centro de las discusiones globales y a que, a partir de la pandemia de Covid-19, se construyan nuevos escenarios de seguridad hídrica.
Sufren por acceso diario al agua
Las brechas en el suministro diario de agua han sido constantemente denunciadas desde que inició la emergencia sanitaria por la pandemia.
En el Valle de México se reporta la disponibilidad anual más baja de agua principalmente en las alcaldías Iztapalapa,Tláhuac, Cuauhtémoc, Coyoacán, Xochimilco y Álvaro Obregón.
Mientras que de las 32 entidades, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, registran el menor porcentaje de población con suministro diario al agua, de acuerdo con el Coneval.