Un terreno en Playa del Carmen, una casa y un hotel en Cuernavaca, otro inmueble en Guanajuato, uno más en Zihuatanejo, son algunas de las propiedades de la familia Echeverría.
Heraclio Bonilla Gutiérrez, ex abogado de Luis Echeverría, dio detalles de las que conoció pero aclaró que no son todas, pues se trata de una “inmensa fortuna” que tiene que ser administrada por 12 empresas; además, habló del más reciente juicio laboral que ganó y por el que deben pagar 9 millones de pesos.
“Raúl Olvera Gómez, quien fuera contador general de las 12 empresas inmobiliarias que administran la inmensa fortuna de la familia Echeverría, fue una víctima más de los desplantes que personas sin escrúpulos, a quienes no les ha interesado violentar los derechos humanos de quienes han servido a sus empresas, lo despidieron de manera injustificada”, dijo en entrevista para Aristegui en vivo.
“Iniciamos un juicio hace 6 años, lo ganamos de manera definitiva en enero del presente año, lo que quiere decir que ya no hay manera de impugnarlo. De enero a la fecha el expediente no ha llegado a la junta local que atendió el procedimiento de este juicio laboral, porque se ha atorado en el juzgado quinto de distrito en materia del trabajo, que fue el mismo que le otorgara a estas empresas un amparo al margen de la ley”, comentó.
Dijo que ignora cómo se haya creado la fortuna de la familia, pero “lo cierto es que es tan grande que necesita 12 empresas inmobiliarias solamente para administrar solamente los bienes raíces”.
Detalló que hay una propiedad en Playa del Carmen que estaba puesta a la venta en 130 millones de dólares, una sola propiedad, “un terreno inmenso, estaba a la venta en 2009 en 130 mdd”.
“Yo tuve una cercanía muy grande con el licenciado Luis Echeverría de 24 años. Empecé a tratar al señor licenciado en 1986 y me separé como su abogado en el año 2010″, precisó.
“En ese tiempo conocí algunas propiedades, pero saber qué bienes integran la fortuna definitivamente no”, aceptó.
Sobre las propiedades que conoció dijo que en la casa de San Jerónimo vivió durante 8 años (del 2002 al 2010); también visitó mucho una casa de Cuernavaca, “una propiedad muy valiosa, debe valer una fortuna, fue un rancho del ex presidente Manuel Ávila Camacho y lo compró el licenciado Echeverría”.
“Recuerdo el hotel Camino Real Sumiya en donde muchas veces estuve, es propiedad de ellos; y fuera de lo que es el hotel hay un terreno muy grande, lotificado, que se conoce como el clúster Sumiya. También una propiedad hermosísima en las costas del pacífico, en Zihuatanejo, son algunas que yo conocí Conocí la casa de Guanajuato, una casa muy bella, y algunas otras. La investigación de Proceso (publicada el fin de semana) aporta mucho para más o menos darse una idea del monto de la fortuna”, explicó.
Hotel Camino Real Sumiya en Cuernavaca
En cuanto al juicio laboral, señaló que la discusión se basa en si estuvo justificado o no el despido; en este caso, apuntó, la indemnización asciende a 9 millones de pesos.
Recordó que cuando se separó de llevar los asuntos del ex presidente, él todavía era un hombre “muy fuerte, muy consciente, que recibía a muchas amistades, a muchas personas”, pero poco tiempo después “él dejó de tener esa posibilidad de convivencia dentro de su casa con ese tipo de personas”.
“Cuando despiden de una manera además de injustificada, inhumana en contra de su propio padre, a quien fuera su secretaria, ella hace esas declaraciones donde describe la situación en la que se encuentra el licenciado Echeverría”, apuntó.
“El último año que tuve contacto con él fue en 2012. Había ganado la elección presidencial el licenciado Enrique Peña Nieto. Me llamó el licenciado Echeverría para citarme en la CDMX porque actualmente vivo en Oaxaca y vine tomando en cuenta que tengo un trato con él, vine y al día siguiente que llegué a la ciudad me llama muy temprano y dice que debo ir a San Jerónimo, a su casa, porque el licenciado Peña Nieto va a asistir y él me quiere presentar con el presidente electo.
“Le recordé que tenemos un trato y que no podía yo estar en su casa y me regresé a Oaxaca, esa fue la última vez que tuve contacto con el licenciado Echeverría”, refirió.
-¿Y qué trato le impedía estar en esa reunión con el presidente electo?-, le preguntó Carmen Aristegui.
“Recordarás que tuve que demandar el pago de mis honorarios, que no eran completos… Su familia empezó a hacerme la vida imposible y le dije que me tenía que retirar. Él me dijo muy triste que era de mi conocimiento que él no tenía dinero y que él no me podía quedar a deber por un servicio que a él le había resultado muy favorable. Que le hiciera yo el favor de demandar el pago de mis honorarios, le pregunté que si estaba consciente de lo que estaba diciendo, me dijo que sí, y le dije: vamos a ponerlo más claro licenciado, me está usted diciendo que jamás podré volver a entrar a esta casa. Me dijo: precisamente pero no te puedo quedar a deber, tienes que demandar (a su familia)”, expuso.
En cuanto a por qué dejó de representarlo, dijo que sus hijas “entraron en conflicto conmigo porque ya no estaban de acuerdo en que siguiera cobrando, tenía ingresos a partir de las empresas, ya no estaban dispuestas a seguir pagando en contra de la voluntad de su padre, ese fue el conflicto, por ese motivo tuve que salir de su casa”.
El abogado aseguró que a la familia “dinero es lo que les sobra”, pero no están dispuestos a pagar.
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