España tiene casi todo listo para recibir el siguiente desembolso del plan de recuperación. Ya recibió un pago de 9.000 millones y ahora, “en los próximos días”, según la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, va a solicitar un segundo de unos 10.000 millones. “Esperamos que lleguen antes de final de año. Estamos terminando los procedimientos formales para poder hacer esa solicitud”, ha anunciado a su entrada al Eurogrupo, la reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la moneda única. En la misma línea, el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha dicho a su entrada al mismo foro que “el cronograma del desembolso […] estará listo en los próximos días”.
“Los procedimientos formales” de los que habla la ministra española se refieren, sobre todo, al llamado Operational Agreement, una especie de contrato detalladísimo que recoge todo lo pactado y comprometido entre el Gobierno español y la Unión Europea para recibir los 69.512,6 millones de euros en subvenciones del fondo de recuperación. Ese documento ya está cerrado, explican fuentes oficiales de la Comisión Europea, y se firmará “en los próximos días”. La misma portavoz subraya que en este texto no aparecen “requerimientos adicionales, sino más bien se detalla la implementación de los hitos y objetivos descritos en la decisión del Consejo [de la Unión Europea]”.
Este documento, aunque ya cerrado por las partes, todavía no es público. Sin embargo, la Comisión Europea persigue introducir transparencia en todo el proceso de desembolso de los planes de recuperación, y defiende que estos contratos deben ser públicos, por lo que está negociando con los Estados miembros cómo dar ese paso una vez se firmen.
La firma del Operational Agreement es un movimiento necesario para recibir el que oficialmente será el primer pago del fondo de recuperación. El anterior desembolso, realizado hace varios meses, no tenía condicionalidad alguna y se contabiliza como prefinanciación. Lo que España va a solicitar en los próximos días sí que está sujeto ya a la consecución de hitos y reformas pactadas con la Comisión. No obstante, muchas de las condiciones ya cumplidas se materializaron antes incluso de que se cerrara el contenido del plan de recuperación: impuestos sobre transacciones financieras y servicios digitales, creación de la comisión de expertos para la reforma fiscal, ley de trabajo a distancia, decretos de igualdad retributiva entre hombres y mujeres, creación del Ingreso Mínimo Vital, entrada en vigor de la Ley Orgánica de Educación (LOE) o separación de fuentes de financiación de la Seguridad Social.
No es el turno en este punto de dos de los grandes hitos —y dificultades— del plan de recuperación: los cambios a la reforma laboral de 2012 y la reforma de pensiones. Ambas tienen que estar listas el 31 de diciembre de este año, como se especifica en la propia resolución del Consejo Europeo que dio luz verde al plan español, pero su evaluación en Bruselas llegará en el primer semestre del próximo año y serán requisitos necesarios para el próximo pago, que asciende a 12.000 millones.
Un elemento que ha destacado Calviño es que “España será el primer país” que empiece a recibir fondos condicionados al cumplimiento de exigencias de la Comisión. “Es gracias a que ya tenemos cumplidos los hitos requeridos para el primer pago semestral”, ha remarcado la vicepresidenta. Fuentes de otras delegaciones europeas confirman que España será la primera en firmar el Operational Agreement y en recibir este dinero. “España va abriendo el camino”, apuntan en otro de los Estados que van a recibir una cantidad importante de ayudas, “nosotros todavía no tenemos el cronograma”.
Tanto Calviño como Gentiloni han hecho estas declaraciones a la entrada del Eurogrupo. En la reunión, había varios puntos en el orden del día, aunque los más importantes eran dos: un debate sobre la evolución económica reciente, con especial atención a la marcha de la inflación y su relación con los precios de la energía, y la primera discusión entre los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro sobre la revisión del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. A la salida el italiano se ha mostrado más cauto que en otras ocasiones sobre la marcha de los precios al señalar que “hay que estar muy vigilantes y listos para reaccionar la respuesta al desarrollo de la situación”.
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