Con el debate migratorio —siempre caliente y tradicionalmente muy divisivo en el seno de la UE— sobre la mesa, la Comisión Europea busca impulsar el retorno de los migrantes irregulares a sus países de origen. “Quienes tienen derecho a la protección internacional deben ser protegidos, quienes no la tienen deben regresar a su país de origen: esta es la única manera de proteger el sistema y, por lo tanto, debemos aumentar el número de repatriaciones”, ha recalcado la comisaria de Interior, Ylva Johansson, en Bruselas, donde ha presentado lo que ha llamado “estrategia operativa” para incrementar esas devoluciones, un objetivo que la Unión persigue desde hace años con no demasiados resultados. La estrategia incluye cuatro pilares: mejor coordinación entre la Comisión y los Estados miembros, agilización de los trámites, asistencia a los países de origen y digitalización de los trámites. “Necesitamos tener un sistema europeo único para las devoluciones. Este no es el caso en este momento”, ha recalcado Mari Juritsch, coordinadora de repatriaciones de la UE.
En 2022, la agencia europea de fronteras, Frontex, detectó unas 360.000 llegadas irregulares; 100.000 más que el año anterior. La comisaria de Interior ha asegurado que la mayoría de esas llegadas corresponde a personas que no necesitan protección internacional, aunque muchos presentaron solicitudes de asilo. “Eso pone los sistemas y las capacidades de recepción bajo una gran presión”, ha recalcado Johasson, que presentará a los ministros del Interior de los Estados miembros la estrategia en una reunión esta semana en Estocolmo. El encuentro será previo a la cumbre extraordinaria del 9 de febrero en Bruselas, donde los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete debatirán sobre inmigración. Cada año se producen alrededor de 300.000 decisiones de devolución en los Estados miembros de la UE, ha apuntado la comisaria de Interior, pero solo se hacen efectivas alrededor de 70.000. “Y eso es ahora lo que hay que incrementar”, ha precisado la comisaria.
Bruselas hace autocrítica y reconoce que, con las cifras en la mano, no se están haciendo las cosas bien. De las más de 340.000 órdenes de retorno dictadas en 2021 en la UE, solo se cumplió el 21%. Además, hay algunos países en los que las estrategias europeas vigentes se aplican con mayor rigor que en otros: cinco Estados miembros son responsables del 80% de los retornos, según Frontex. “Las repatriaciones son complicadas y aún no se perciben como una responsabilidad compartida”, ha dicho Juritsch.
La estrategia busca, por ejemplo, que las órdenes de retorno sean inmediatamente seguidas de solicitudes de readmisión a los países de origen y aumentar y agilizar la cooperación con los países con los que ya se tiene una red y programas de cooperación, según Johansson. El pasado año, en la UE se presentaron 924.000 solicitudes de asilo, casi el doble que el año anterior; la mayoría se presentaron en Alemania, Francia, España y Austria, según datos de la Comisión. Y a eso se suma, ha dicho Johansson, la guerra de Rusia en Ucrania, que ha obligado a unos cuatro millones de ucranios a salir de su país. Todo ello ha incrementado la presión sobre los sistemas de respuesta, ha reconocido.
Las nuevas medidas se suman al nombramiento de un nuevo jefe para Frontex, Hans Leijtens, después de que el anterior, Fabrice Leggeri, renunciase en abril de 2022 tras una investigación de la agencia antifraude europea (OLAF) que reveló que los guardias de la agencia encubrieron devoluciones ilegales de inmigrantes en las fronteras, entre 2020 y 2021, lo que supone una violación de los derechos humanos.
Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Únete para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete
Source link