La pandemia de covid-19 ha borrado de la actualidad otras enfermedades, pero muchas de ellas siguen costando la vida a millones de personas cada año. Entre las más mortíferas figura el cáncer, que en 2020 provocó en la Unión Europea 1,3 millones de muertes. La Comisión Europea, que cifra el impacto económico de la enfermedad en 100.000 millones de euros al año, se ha propuesto reducir drásticamente esa mortalidad y este miércoles ha lanzado un plan dotado con 4.000 millones de euros para impulsar campañas de prevención, con el consumo de alcohol y tabaco en el punto de mira, y de diagnóstico precoz. Bruselas se muestra convencida de que Europa puede derrotar al cáncer a base de investigación y de hábitos de vida más saludables.
El plan, bautizado como Europe’s beating cancer, girará en torno a 10 iniciativas que, según la Comisión, ayudarán a los países de la Unión a “cambiar el rumbo en la lucha contra el cáncer”. “Queremos proteger a los ciudadanos de los cánceres que se pueden evitar con un acceso temprano a revisiones y diagnóstico y con la posibilidad de una atención de gran calidad para todos”, ha señalado la comisaria de Sanidad, Stella Kyriakides.
El organismo comunitario asegura que ha incorporado también las lecciones aprendidas durante la pandemia, una crisis sanitaria que ha revelado el valor añadido de la coordinación a nivel europeo, la necesidad de concentrar la atención en los grupos vulnerables y las ventajas de la telemedicina y de la supervisión a distancia de los pacientes.
Bruselas cree que la covid-19 ha hecho incluso más urgente la actuación contra el cáncer porque la pandemia ha perturbado los tratamientos de esa enfermedad, ha retrasado el rastreo y diagnóstico y ha complicado el acceso a los medicamentos.
La financiación europea intentará mejorar la accesibilidad y calidad de los diagnósticos. Bruselas marca el objetivo de que en 2025 el 90% de la población con potencial de desarrollar cáncer de mama, cervical o colorrectal disponga de la posibilidad de someterse a un chequeo para una posible detección precoz. La Comisión también quiere que en 2030 el 90% de las niñas y un número significativo de niños se haya vacunado contra el papilomavirus.
La UE creará también un centro de conocimiento sobre el cáncer, para coordinar las tareas científicas y técnicas de investigación. Y potenciará el uso de la inteligencia artificial para explotar la ingente cantidad de datos que genera el sector sanitario, del que emanan el 30% de las bases de datos a nivel mundial.
Los cálculos que maneja la Comisión indican que el 40% de los casos de cáncer “son evitables aplicando los conocimientos de que ya disponemos”. Los informes del Ejecutivo comunitario indican que el cáncer figura entre las principales causas de muerte prematura en la Unión, un drama que podría mitigarse mediante la detección precoz. En 2020, primer año de la covid-19, 2,7 millones de personas fueron diagnosticadas con cáncer en la UE.
Bruselas considera que el impacto humano y económico del cáncer alcanza niveles inaceptables en la Unión. Los 27 países socios representan el 10% de la población mundial, pero registran el 25% de los casos de cáncer de todo el planeta. Las proyecciones indican que, sin una intervención para frenarla, la enfermedad se expandirá otro 35% hasta 2035 y pasará a ser la principal causa de muerte en el club europeo.
El freno a la expansión del cáncer pasará en parte, según la Comisión, por un cambio en hábitos sociales. El organismo comunitario quiere combatir el consumo de alcohol con medidas similares a las adoptadas en los últimos años para reducir el tabaquismo. “Europa tiene los mayores niveles de consumos de alcohol del mundo”, señala la Comisión. A pesar de ello, “es muy baja la conciencia de que puede ser un factor de riesgo”.
Bruselas pide que se limiten las posibilidades de anunciar bebidas alcohólicas, como ya se hizo con el tabaco. Y que se eleven los precios del alcohol para hacerlo menos asequible y que se reduzcan las facilidades de distribución y venta. “El objetivo es reducir al menos un 10% el consumo de alcohol en 2025”, ha señalado en rueda de prensa el vicepresidente la Comisión, Margaritis Schinas.
Las medidas auguran un choque con un sector que es una de las principales actividades de la industria agroalimentaria europea, la mayor industria del continente en términos de empleo y de valor añadido. Pero Schinas ha querido enviar un mensaje tranquilizador. “No vamos a prohibir el vino ni a etiquetarlo como un producto tóxico, el vino es algo nuestro”, ha señalado el vicepresidente, cuya cartera lleva el título de “promoción del estilo de vida europeo”.
El plan también promoverá una nutrición más saludable. La Comisión fijará límites máximos para la mayoría de los contaminantes carcinógenos presentes en los alimentos. Y estudiará con los Gobiernos la posibilidad de introducir incentivos fiscales para promover el consumo de alimentos más saludables.
“La industria agroalimentaria es muy consciente de la importancia de una dieta saludable y equilibrada y de un estilo de vida que prevenga las enfermedades”, ha señalado la patronal europea del sector (FoodDrinkEurope) tras publicarse el plan de la Comisión. La patronal, que representa a 291.000 empresas con 4,8 millones de empleados, se muestra dispuesta a colaborar con la Comisión y ofrece su experiencia y conocimiento “para diseñar una senda efectiva y basada en la ciencia para batir al cáncer”.
Bruselas también quiere redoblar la lucha contra el tabaco, al que se atribuye el 27% de los casos de cáncer. La Comisión calcula que la erradicación del tabaquismo evitaría nueve de cada 10 cánceres de pulmón. A partir de este año, el organismo se marca el objetivo de llegar a “una generación libre de tabaco”, reduciendo la actual tasa de fumadores (25% de la población) a menos del 5% en 2040. Bruselas revisará las directivas de fiscalidad del tabaco, para elevar los impuestos, y las de publicidad para evitar los anuncios en redes sociales y otros canales de internet.
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